PP

Los 40 años en la política activa de Arenas tienen sus luces y sus sombras, oscureciéndose a negro conforme han pasado los años y el ejercicio del poder.

Finalizada la primera vuelta ya habían ganado el partido, los pésimos jugadores Bendodo, Sanz y Moreno de la mano callada y oculta del Campeón Arenas.

Como han pedido los socialistas con Pedro Sánchez los cien días de gracia, algo similar se debería de pedir para Casado.

Al menos a finales de mes algunos podremos cobrar los atrasos de la subida de las pensiones, la que nos negaron los paisanos Montoro y Fátima.

Su temor atávico a elementos básicos de la Democracia se pone de manifiesto con la resistencia a que voten sus propios afiliados, sin intermediarios.

Incógnita tras la batalla del sur: ¿puso Arenas huevos en la canasta almeriense de Cospedal o bastó con que Zoido enseñara unos ‘papelicos’ a Gabriel Amat?

Hoy nuestro país es el reflejo de una contradicción permanente que muestra en carne viva como los artificios fabuladores de la Transición se han enmohecido.

Vosotros no sois creíbles, queréis el poder para manosearlo en vuestro propio beneficio, os da igual el militante y el simpatizante.

¿Y Javier Arenas, a quien apoyará el veterano líder andaluz? De momento no se ha pronunciado públicamente aunque todo hace pensar en Soraya.

Un expresidente que vuelve a su trabajo de antes, es tan noticioso en España como si un político dimitiera.