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Ucrania. Punto de situación

Nos encontramos en un periodo de esa relativa “calma” que suele preceder a las tormentas.

 

El repliegue de las tropas rusas de los territorios ocupados, al oeste de Jarkov, tras la invasión de Ucrania ha permitido al Kremlin la reorganización, tanto del mando como del despliegue de fuerzas en una nueva etapa de su “operación militar especial”.  

 

Se ha diseñado así un nuevo escenario. El mando de toda la zona de operaciones está en un solo bastón. El del general de ejército (4 estrellas) Aleksandr Vladimirovich Dvornikov, procedente de  infantería, y que es un veterano de la guerra de Siria. Asimismo, la actual zona de operaciones, en el este ucraniano, es más compacta y, consecuentemente, facilita no solo la acción de mando, sino también la acción de conjunto y los apoyos mutuos entre unidades. Además, estando situado el núcleo de la operación en el Donbass, próximo a la frontera rusa, se obtiene una gran  simplificación logística, tanto por la mayor seguridad de sus instalaciones de apoyo en retaguardia rusa, como por la eliminación de largas colas logísticas de la etapa anterior.  

 

Aunque se sigue combatiendo para enlazar físicamente las tropas rusas de la zona de Jarkov con las del Donbass, o también en Mariúpol, o en la zona de Mikolaiv, nos encontramos en un periodo de esa relativa “calma” que suele preceder a las tormentas. En el escenario, dos escenas parecen claras. En el lado ucraniano, la de unas fuerzas de elevada moral tras el repliegue ruso ―vendido por su Gobierno como victoria propia―, así como por el apoyo moral y la gran cantidad de material (equipamiento, armamentos y municiones) que están recibiendo de la Unión Europea, EE UU y Reino Unido. En el ruso, la de unas fuerzas y un Gobierno que necesitan, a toda costa, despejar dudas sobre su eficacia operativa y alcanzar objetivos, que permitan presentar la “operación” como un éxito incuestionable, en la anual y aparatosa parada militar de la Plaza Roja de Moscú, el próximo 9 de mayo. 

 

En fin, todo parece presagiar una próxima gran ofensiva rusa que, partiendo del Donbass y/o de la zona de Jarkov, logre, como mínimo, lo que sería ahora el objetivo inmediato materializado por el trapecio: Sloviansk―Kramatorsk―Kostiantynivka―Artemovsk, esencial nudo de comunicaciones y llave para, en su caso, proseguir los avances hacia el codo del Dniéper (Dnipropetrovsk y/o Zaporiyia) que, posiblemente, sea el objetivo operacional de la nueva campaña. De momento, los rusos, hoy, han bombardeado y neutralizado el aeropuerto de Dnipropetrovsk…