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Un mirlo

Y en medio un mirlo. Uno solo. Un pionero, un explorador, un trampero de Quebec, winetou de las rocosas y del Llano Estacado.

Negro, pico anaranjado, saltarín sobre la yerba del jardín trasero de mi casa de pueblo, donde se han criado nuestros hijos y han salido para ir a la iglesia a casarse, donde murió mi madre, donde ahora estamos en amor y compaña, mi mujer y servidor.

Llueve desde hace veinte días, unos mucho, otros poco, algunos niebla cerrada, quizá meona en ocasiones y el ambiente se ha oscurecido, se ha ennegrecido, se encierra en su tristeza melancòlica que clama por la noche como descanso de la dolorida presencia de la soledad que se ha echado sobre el pueblo con los cierres perímetrales, los toques de queda, los muertos del virus y el miedo al contagio amenazante.

Las tapias del jardín que dan al norte tienen cipreses apretados, elevándose hacia el firmamento tratando de penetrarlo para conocer que hay allí. Las del oeste también pero con un moral enorme que ahora llora sus lágrimas del otoño llenando el suelo donde pica el mirlo de ocres y marrones de Caravaggio en conventos florentinos.

Los aprendices de olivos, abochornados al recordar que sus mayores en el mismo pueblo y sus campos son centenarios y de horrisonos diseños de Spinoza dixit, se han quedado en medio del prado sin atreverse a ir a una pared.

A levante soleas, dondiegos de noche, un laurel, pilastras en el arríate y un jazmín arrebolado hacia el tejado, la fragancia que impide pensar, solo respirar inundado el cerebro de sueños árabes del Aljaraje aún no conquistado por el santo rey castellano.

Y en medio un mirlo. Uno solo. Un pionero, un explorador, un trampero de Quebec, winetou de las rocosas y del Llano Estacado, un ajab persiguiendo su ballena, un marshall que busca fugados para llevárselos al juez de la horca cerca de San Diego, un caballero que regresa de la cruzada y juega al ajedrez con la muerte para ganarle al virus un respiro. Hoy noche de san Andrés, cuya bandera aspada en su cruz martirial campea en mil batalllas.