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Canal Sur TV rehúye el debate en clave andaluza en «Verde blanca y verde»

Por 43.000 € por programa carece de vocación de ser útil a la ciudadanía

El programa ‘Verde, Blanca y Verde’ presentado por Paco Lobatón en las noches de los lunes de la pública Canal Sur se ha desvelado, a razón de 43 mil euros por emisión, como otra apuesta fallida y carente de vocación de servicio público en la cadena andaluza, donde los debates políticos parece ser estar vetados. (El programa de estreno lució un modesto 6% de audiencia, la mitad de la media del canal)
La apuesta  ‘Verde, Blanca y Verde’ de Canal Sur que se anunciaba como un debate en horario de máxima audiencia es un contenido de mero entretenimiento sin atender a los temas candentes de nuestra comunidad autónoma, obviando la clave andaluza y a referentes de Andalucía. El ritmo lento y superficial hace que seguirlo sea una carrera de obstáculos, como las audiencias han dejado de manifiesto con pobres datos que son superados por canales temáticos minoritarios en su franja horaria.
‘Verde, Blanca y Verde’ podría ser la versión andaluza de ‘El Objetivo’ de Ana Pastor. Un formato donde los temas aportan, se hace periodismo sin complejos y se plantean debates plurales con referentes en los más diversos ámbitos de las fuerzas políticas y agentes sociales. Ver a Carmena con Colau y Arrimadas el pasado fin de semana debatiendo sobre la Huelga feminista del 8 de marzo fue una delicia que paladearon miles de personas en La Sexta.
En Andalucía un programa así podría contribuir a hacer visibles a las personas referentes en sus partidos y agentes sociales: sindicatos, asociaciones, organizaciones, universidades, etc. pero no hay voluntad de darles voz y voto en la televisión de todos los andaluces. Ese programa no es ‘Verde, Blanco y Verde’, que ha resultado ser compendio de varias cosas sin ser ninguna de ellas.
El formato que emite Canal Sur actualmente no parece que pretenda informar. Tampoco formar o entretener, toda vez que la emisión resulta pesada con más de dos horas de tedio salpicado de contenidos anecdóticos y formatos sin ánimo de profundizar en la realidad andaluza, articularla o de establecer un diálogo de voces plurales y diversas para buscar el bien común para Andalucía en las diversas áreas que pudieran llegar a tratarse.

 

Este batiburrillo largo y tedioso con el único gancho del presentador Paco Lobatón recuerda por momentos al esperpéntico programa con el que Carlos Herrera se presentó en las noches de TVE hace unos meses, que no duró más de 4 emisiones.
LOS DEBATES EN CANAL SUR, UN TABÚ
Debatir ante las cámaras de la pública andaluza en clave andaluza y con profesionales andaluces parece que sigue siendo tabú en Canal Sur. El Gobierno andaluz, que ha demostrado su escasa vocación para renovar la dirección de la RTVA en los últimos años con una directiva interina y caduca comandada por Joaquín Durán, parece no mostrar interés en que la población andaluza pueda conocer qué defienden por ejemplo las cinco fuerzas políticas que poblan el Parlamento.
El espacio de Paco Lobatón tiene una presentación exquisita en cuanto a puesta en escena, sintonías, grafismos y decorados, pero carece de foco y vocación de ser útil a la ciudadanía. Con tales ingredientes, si continúa tal y como ha sido concebido en la parrilla de la pública no será por su justificación de servicio público.
El error no es nuevo. Un debate donde las fuerzas políticas y agentes sociales puedan exponer y ahondar en su idea de sociedad para Andalucía no tiene cabida en Canal Sur. Si Canal 2 Andalucía gozaba de espacios sosegados para el diálogo y la exposición de ideas, su supresión como medida de ahorro hace unos años (prometieron recuperarlo, y aún no lo han hecho) acabó segando cualquier espacio que pueda recuperar esta función, que debe ser inherente al servicio público de Canal Sur.
Este batiburrillo largo y tedioso con el único gancho del presentador Paco Lobatón recuerda por momentos al esperpéntico programa con el que Carlos Herrera se presentó en las noches de TVE hace unos meses, que no duró más de 4 emisiones. Si a ello sumamos el costo de emisión de más de 43 mil eurazos y la escasa ambición de ser útil a Andalucía, su permanencia sería controvertida.
Canal Sur debe liberarse de sus corsés y abogar por espacios de encuentro televisados donde el diálogo, la reflexión y el debate político con todos sus matices puedan ser elementos dignos de prestigiar una programación saturada de espacios comunes y de reproducción de tópicos que esta tv pública debe combatir sobre nuestra tierra.
Video: el segundo programa de «Verde blanca y Verde» de Canal Sur TV