La RTVA es como una especie de volcán que desde hace un año escupe chorros de lava por uno de sus costados más vistosos: Canal Sur TV.
Los geólogos, a la vista de lo que empieza a escupir la montaña sagrada desde la que se le habla, entretiene y adoctrina a los andaluces desde el poder, seguramente nos alertarían sobre la posibilidad de un inminente aumento del fenómeno volcánico.
Hace un año, la mañana del 20 de mayo, el Subdirector General de la RTVA, Joaquín Durán, se desayunaba con una desagradable información que destapaba Confidencial Andaluz. Su Director de Antena, el discreto y poderoso Antonio Ramírez, siempre vinculado a la línea socialista de mando en la RTVA, había sido pillado con las manos en la masa de Ausbanc.
Conste en acta que el único mérito que tenía aquella información era el habernos leído e interpretado el sumario del Caso Ausbanc y detectar que se decía que el Director de Antena de Canal Sur TV estaba entregaíto a Luis Pineda – más de un año ya en prisión – a cambio de migajas en facturas de su restaurante familiar. Un trabajo, por cierto, que cualquier otra redacción informativa, incluidas las de Canal Sur, habría realizado sin mayor problema de haber accedido al sumario como nosotros. Nada imposible, por otra parte.
Pero no fue así y, una vez más, el máximo responsable de la RTVA, al igual que le pasa a los grandes hombres con poderío, pese a haber ejercido el periodismo, se enteró por la prensa de que olía a chamusquina en su antedespacho de control de antena. Bien es verdad que, a las dos horas escasas de haberse publicado aquella información, desde la Junta le daban vía libre para prescindir de Ramírez, cosa que hizo despidiéndole. (Por cierto, parece que Ramírez empieza a ganar batallas en los tribunales como El Cid, empezando por la de su despido).
La División de Musicales, bajo sospecha
Hace unos días un nuevo escándalo investigado también desde la Audiencia Nacional, sobresaltó al Subdirector Durán al leer la prensa mañanera. Su director de la División de Musicales, Carlos Salazar, había sido alcanzado por el gran fraude detectado en el seno de la SGAE.
Con los derechos de autor, manipulando o falsificando composiciones musicales de libre uso, parece que se han hecho de oro durante años un grupo de una docena y media de personas que están siendo investigadas por la Justicia. Y en este negocio las televisiones aparecen como colaboradoras necesarias para el fraude o estafa que se pueda haber cometido. Y, como no, Canal Sur entre ellas.
Nuevamente Durán, obligado por las noticias judiciales de prensa, no tuvo más remedio que apartar cautelarmente a Salazar de su cometido al frente de Musicales, abrirle expediente y solicitarle un completo informe sobre el departamento de su responsabilidad, informe que le será entregado este lunes en mano.
Quienes conocen y tienen amistad con Carlos Salazar desde su época como Director de RRHH de la RTVA, cargo del que fue cesado por Pablo Carrasco por una estúpida venganza personal, aseguran que “Carlos es un tipo honesto y quienes le conocemos dudamos mucho que se pueda demostrar que ha participado de la trama de La Rueda. No va con él ni con su forma de ser” aseguran convencidos.
“Final feliz” para los ex de Canal Sur Tv
Junto a estos dos escándalos con membrete judicial de la Audiencia Nacional, la RTVA se ha visto envuelta en las últimas semanas en otros dos asuntos que, en cierta manera, han agitado más de lo normal los biorritmos de quienes llevan años mandando en la radio y la tv pública andaluza. Hechos que cuestionan la credibilidad del medio y, desde luego, su obligado papel como servicio público, financiado por los impuestos de los andaluces.
En ambos casos, el núcleo de la explosión, estaba formalmente fuera de “la casa” o del “canal”, que de las dos maneras se denomina en el sector audiovisual a Canal Sur, como pretendiendo separar el grano de la paja. El follón estalla en dos productoras externas donde las responsabilidades suelen quedar diluidas, siempre con la complicidad y conocimiento de la dirección de antena del “canal”.
El escándalo más grasiento lo destapaba El Confidencial haciéndose eco el periodista Agustín Rivera del contenido del escrito elevado por Facua a los grupos parlamentarios andaluces.
En resumidas cuentas, el asunto se sustancia en el hecho de que los propietarios de una productora de las denominadas de pata negra, la bautizada por sus dueños como “Final Feliz”, pero en inglés (Happy Ending), ambos ex altos cargos en Canal Sur TV, han aprovechado las sinergias de dos de los programas de éxito que producen en su empresa – La Báscula y Cómetelo – para montar sendos negocios en paralelo, como un restaurante y una clínica para perder grasa y ganar músculo. Tras la publicación de esta denuncia, todo absolutamente legal según se defienden los señalados, nadie ha abierto la boca para que conozcamos si los gestores de la RTVA consideran lícitos, éticos y de recibo ante los contribuyentes estos negocios que se aprovechan de Canal Sur sin que la empresa pública – que costará 418 millones entre 2017-19, puestos por la Junta – perciba nada a cambio. (Al menos la mercantil, que se sepa).
Vaya tela el «¡Vaya tela!»
En el seno de otra productora, la más pata negra de todas por el volumen de facturación que mantiene con la RTVA y porque es semipública al disponer la Junta del 48% del capital, saltó la semana del 19 de junio un chispazo que acabaría en incendio, como se verá más o menos controlado por el infoca habitual de «la casa». Se trata de ADM, cuyo accionista mayoritario es la pública Sandetel, quedando repartido el resto de accionariado en una variopinta composición que, el propio Consejero Delegado de la pública Sandetel, Ángel Ortiz Sánchez, ha dicho a Confidencial Andaluz no estar autorizado a facilitar. Como se ve «Transparencia 4.0».
En un programa enmarcable en el formato de la telebasura, producido por Andalucía Digital Multimedia (ADM), posiblemente desde el desconocimiento de con quien se jugaban los cuartos, pusieron a caldo a una actriz que, ¡oh casualidad!, es familia del entorno político y personal de Susana Díaz.
Efectivamente, la actriz Amaia Salamanca está casada con el empresario sevillano Rosauro Varo, hijo de Juana Amalia Rodríguez Hernández, número 2 en la lista del PSOE por Sevilla al Congreso de los Diputados hace un año, el 26 de junio, militante histórica del partido.
La Sra. Rodríguez, a su vez, está casada en segundas nupcias con Emilio de Llera y Suárez-Bárcenas, Fiscal y hasta hace unas semanas Consejero de Justicia e Interior de la Junta, ambos, amigos personales de la presidenta Susana Díaz.
El programa que emite tan ofensiva pieza contra la imagen y el honor, para nada informativa, de la nuera de la Sra. Rodríguez Hernández se llama “¡Vaya tela!” y se emite en directo compitiendo con los telediarios de las tres de la tarde.
Hay una segunda edición de noche, también en horario de máxima audiencia, que se emite grabada previamente a las cinco de la tarde. En esta edición nocturna, con premeditación al estar grabada, es donde se perpetra el atentado contra el buen gusto y otras costumbres al uso, dejando en ridículo a una mujer famosa por explicar, a su manera, cómo compatibiliza la vida familiar y el trabajo.
Gran escandalera mediática
El asunto levantó una gran escandalera mediática y también en las redes donde se habló incluso de “ataque machista”. Se censuraba, fundamentalmente, que con dinero público de los andaluces se competiese con formatos tipo Sálvame o Caza Mariposas de Tele 5.
Tan solo un tuit de la presentadora del programa, Mar Vega, en su cuenta personal, se pudo leer en las horas posteriores a modo de disculpas públicas por alguien de Canal Sur TV. Ni una nota, ni una declaración de Joaquín Durán o Pilar Vergara, responsable de la antena, desmarcando formalmente a “la cadena” de tamaño desaguisado.
No lo hicieron porque no podían. No están legitimados a pedir disculpas quienes vienen autorizando desde hace meses la reconversión de un producto inicialmente blanco, aparentemente amable, en una bacinilla usada y a rebosar. Y han mantenido esta línea, por lo que se ve, con el único objetivo de elevar la media de audiencia de la cadena que “¡Vaya tela!” supera habitualmente. ¿Que los directivos desconocían los contenidos? Peor se pone el memorial de responsabilidades. De momento los últimos datos confirman que Canal Sur TV ha pasado a estar la cuarta en audiencia. Tele 5 ha superado en audiencia a “la nuestra” en Andalucía.
Sobre la marcha, sin abrir la boca, más callados que en una misa concelabrada y desconcertando al espectador adicto a una buena dosis diaria de vísceras, de pronto el programa ha dado en los últimos días un giro de 180 grados. Además de cambiar a dos presentadoras por un presentador, donde se ha notado el cambio radical ha sido en el contenido de las piezas emitidas donde se hartan de dar consignas políticamente correctas a favor de los derechos de las mujeres, la infancia, los mayores; una especie de nuevo Sálvame, pero políticamente mucho más correcto y todo en positivo. El espacio que produce ADM para Canal Sur ha quedado tan quemado que no sería de extrañar que hasta cambiase de nombre o despareciera como tal de la próxima parrilla.
Una erupción que desestabiliza
El volcán de la montaña sagrada, desde la que se predican las bondades y maravillas del socialismo sureño, ese que durante tres décadas ha ido acumulando en su interior escombros suficientes como para equilibrar la cornisa del Aljarafe, ha empezado a regurgitar amenazante. Particularmente amenaza, todavía más, la débil estabilidad del ente público RTVA.
Lo más grave de todo es comprobar la pasividad reinante en los escaños del parlamento andaluz. Ellos y solo ellos, los 109 diputados, son los responsables políticos en mayor o menor medida del alarmante deterioro que viene padeciendo la radio y la Tv pública en Andalucía. Dos años largos ya de legislatura – más lo anterior, tras la dimisión de Pablo Carrasco – y los medios de la RTVA siguen controlados de facto por el PSOE y el PP. Ah, claro, que Joaquín Duran se ve habitualmente con Juan Marín, líder de Ciudadanos, cuya imagen, dicen los guasones de “la casa”, compite ya en apariciones con la de Juan y Medio en Canal Sur TV. Ni Podemos ni IU tocan balón a día de hoy en la RTVA. Una anomalía democrática de calado, sin duda.
Como ya avanzamos aquí a finales de enero, desde un mes antes que se mantenían charlas discretas, no oficiales, entre PSOE, PP y con Ciudadanos puntualmente para desbloquear la RTVA. Joaquín Durán es el candidato que, a capa y espada, defiende el PSOE para que sea nombrado Director General, mientras que el PP se opone frontalmente. De ahí que no se hable del tema, por culpa del duran-durán del PSOE. Mientras dure la colisión de criterios sobre la figura del DG difícilmente podrá hablarse de un acuerdo en la RTVA que se asemeje al alcanzado por unanimidad en el Congreso con la RTVE.
Sumen a esta anómala situación, un presidente del Consejo de Administración, el socialista Curro Rodríguez, que lleva tres años queriéndose ir por haber cumplido con creces su mandato, y como él el resto de consejeros. Una organización, la RTVA, que solo mira el día a día, demasiadas veces zarandeada a golpe de escándalo o escandalera, no parándose siquiera a planificar su futuro. Pero el futuro, a día de hoy, no parece muy halagüeño y, como casi siempre, el hilo se romperá por la parte más débil. No obstante que no olviden una cosa, muchos hilos rotos pueden conformar una soga larga y fuerte.
Dos notas al margen y a propósito de la RTVA:
Una, Doñana. – Los periodistas de Canal Sur TV han hecho un excelente trabajo desde los aledaños del incendio de Moguer, dando buena cobertura informativa como verdadero servicio público que debe ser la tele pública. Nadie debiera cuestionar el talento profesional que predomina en esa redacción, aunque no lo parezca a veces. La única cuestión a debatir, por tanto, es si la dirección de la RTVA ha estado acertada o no al no ordenar que se cortase la emisión de la programación en la primera noche del siniestro. Ese es el debate. En mi opinión se tendría que haber levantado la programación. Existen en la actualidad suficientes recursos audiovisuales como para levantar un despliegue informativo televisivo que, como se comprobó después y una vez más, hubiese cumplido a la perfección con su misión. Ah, y con audiencia asegurada, ávida por conocer la situación entorno al Parque Nacional de Doñana en serio peligro esa noche.
Dos, el escrache. – No comparto ni apoyo el escrache que, trabajadores de la RTVA, le han montado a Joaquín Durán en un acto público. Aparte de la violencia ambiental que generan este tipo de acciones, no siempre controladas, no sirven absolutamente para nada, salvo para hacerse la foto, hacer ruido y, de paso, algo de daño moral al atacado. Fundamentalmente por una razón, Joaquín Durán no tiene en sus manos la solución, siendo su ejecutoria una parte del problema del inservible sistema empleado. Otra cosa era el vicepresidente Jiménez Barrios, presente en el acto, pero él no fue el escracheado y de hacerlo, tampoco hubiese servido de nada.
Reitero que quienes tienen la solución son los parlamentarios andaluces en su conjunto, que como Durán también cobran un sueldo público, pero ellos son los responsables de resolver de una vez esta larga interinidad que está destruyendo la radio y la televisión pública de Andalucía. Así lo marca el Estatuto, ese que a algunos se les llena la boca cuando invocan su incumplimiento por otros.
*Pepe Fernandez es Periodista. Director de ‘Confidencial Andaluz’.
@Pepe_Fdez