La Policía Municipal se llevó al esposo de la Alcaldesa que ocupa cargo de asesor del Ayuntamiento de Cantoria
Antonio Cerrillo entró, se sentó y dirigiéndose al portavoz del PP le increpó con un “y tú qué miras, gilipollas”. El concejal Popular interpuso la denuncia en la Guardia Civil
Los que la tarde de este jueves asistimos al Pleno de Cantoria, lo hicimos con la intención de conocer algunos temas de interés general que se tratarían en la sesión plenaria de carácter ordinario, que abordaría 10 puntos en el orden del día.
El nombramiento de la nueva juez de Paz, subvenciones para los regantes o para tuberías, el censo poblaciones que establece que Cantoria es un pueblo que posee 3903 habitantes, fueron algunos de los temas debatidos en la sesión que dio comienzo a las 18 horas en la salón de Plenos de la Casa Consistorial.
También se trató ha pedido del partido Popular, las sentencias en la que el juez ha considerado el despido de tres trabajadores de manera improcedente, fallo que la alcaldesa Purificación Sánchez, anunció que recurrirá ante instancias superiores. Un Pleno tenso, como los que se vienen llevando a cabo en el municipio, donde la primera edil cantoriana, intentó justificar con un informe técnico, la tala de más de 50 pinos, lo que ha generado una nueva polémica en el municipio.
El asesor municipal fue obligado, en su día, a dejar de encabezar la lista del PSOE local por habérsele interceptado por parte de la Guardia Civil, una papelina de cocaína a la salida de una casa de alterne.
Todo dentro de lo normal, hasta que en un momento, hizo su ingreso al salón de Plenos, el marido de Purificación Sánchez, Antonio Cerrillo, ahora asesor municipal. Ante la sorpresa e incredulidad de los presentes, Cerrillo, sin ningún motivo aparente, se dirigió al portavoz de la oposición Pepe Llamas a quien soltó un “y tú que miras, gilipollas”.
Muchos de los presentes no daban crédito de la salida de tono del asesor municipal (quien fue obligado a dejar de encabezar la lista del PSOE local por habérsele interceptado por parte de la Guardia Civil, una papelina de cocaína a la salida de una casa de alterne), quien provocó la intervención de los dos agentes de la policía municipal allí presentes, quienes le “invitaron” a abandonar la sala.
El pleno prosiguió, pero era todo una especie de sainete, donde otros (incluyendo el padre de Cerrillo) también se retiraban del Pleno a los gritos y un corro daba voces desde el exterior que llegaban a la reunión a través de las ventanas.
Las palabras de Cerrillo contra el edil del PP, terminaron en forma de denuncia en la Guardia Civil, después que Llamas solicitara al secretario municipal que recogiera las palabras del marido de la alcaldesa y constaran en acta.
Todo, todo, un espectáculo no recomendable para la democracia. Y por supuesto, una representación de un enfrentamiento que viene de lejos, pero que seguramente los vecinos de Cantoria no se merecen bajo ningún aspecto.