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A Espadas se le revuelve el gallinero malagueño

El hoy todavía alcalde sevillano, desconoce, mejor dicho, no tiene ni idea, del funcionamiento orgánico de su propio partido.

El PSOE de Málaga desde hace lustros se ha parecido más a un gallinero que a una organización política estable. Los egos, las extrañas alianzas y la ambición de unos y otros por controlar el aparato, lo del programa de gobierno o los intereses de los ciudadanos parecen pecata minuta, siempre han conducido a salidas que no consiguen cerrar las heridas anteriores, existentes desde los tiempos del histórico Carlos Sanjuán.

Y hoy, la cosa no es muy distinta a la de ayer, a pesar del supuesto proceso de renovación que vive el PSOE malagueño. Aparecen los mismos perros con distintos collares. Y el problema de cara a la elección de la nueva dirección, que deberá tener lugar en el congreso provincial a celebrar el 12 de diciembre, es que se ha revuelto, una vez más, el gallinero, de tal forma, que la posibilidad de una candidatura única, que contase con la bendición de Ferraz y San Vicente ha saltado por los aires.

 

Este proceso, que Espadas pensaba que iba a ser un paseo triunfal para sus deseos, viene a demostrar que el hoy todavía alcalde sevillano, desconoce, mejor dicho, no tiene ni idea, del funcionamiento orgánico de su propio partido, no solo hay que fijarse en Málaga, sino también en Cádiz, donde la secretaria general Irene García acaba de anunciar su decisión de no presentarse a la reelección.

 

Un caso que también se producirá en Málaga, donde José Luis  Ruiz Espejo, del que todos sus compañeros hablan maravillas y que controla la mayoría de los votos de la provincia (un 38 por ciento), arropado por el perejil de todas las salsas, Francisco Conejo, ha decidido dar un paso al lado, pero sabiendo que es el que tiene la sartén por el mango.

 

Es en este escenario, en el que nadie quiere indisponerse ni con la dirección regional, ni federal, donde surgió la idea de promover una candidatura que tuviera como cabeza visible al actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga, Daniel Pérez, que concita más enemigos que amigos, y que todo el mundo sabe que es un político con escasa experiencia, que se atrevió a concurrir a los pasados comicios municipales ni con tan solo una hoja de programa de gobierno.

 

Pero ese será el caballo ganador, se creen que el más fácil de manejar, si cuaja el pastel que ahora mismo está en el horno y si sus cocineros son capaces de resolver las difíciles equilibrios necesarios para el reparto del bollo. El personaje llamado a controlar el paso de Dani Pérez, no es otro que la mano derecha de Conejo, José Bernal, actual portavoz socialista en la Diputación.

 

Mientras tanto, el alcalde de Ojén, José Antonio Antonio Gómez, mas cabreado que un mono, ha hecho caso omiso a los ruegos de Espadas y el pasado sábado anunciaba su candidatura, arropado por otros regidores, como los de Vélez-Málaga, TorremolinosBenaoján, y por el mismísimo subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas. Por lo que de unidad nada de nada. Desde fuentes socialistas también se anuncia la presentación de una tercera candidatura compuesta por militantes que también están muy molestos por la exclusión en el proceso de los sanchistas de primera hornada y decepcionados por el pacto para que el diputado Ignacio López se integre en la ejecutiva regional que comandará Espadas.

 

En conclusión, según comentaba un veterano dirigente del PSOE malagueño, con este escenario el triunfo es para el susanista Paco Conejo y para los populares malagueños, que deben estar frotándose las manos. Aunque hay que añadir que la cocina socialista puede aún deparar más de una sorpresa y habrá que esperar a la fumata blanca, posiblemente durante el congreso regional de los socialistas andaluces que se celebrará el próximo fin de semana en Torremolinos.