Cavilemos hasta que investíamos
Enrique Tarrio, hijo de cubanos exiliados a Florida, exlíder del grupo neonazi Proud Boys, ha sido condenado a 22 años de cárcel.
Saudi Telecom, o sea STC Group, ha adquirido por 2.100 millones de euros una participación del 9.9% en Telefónica, compañía estratégica española con actividades en Defensa nacional. STC Gruop es el primer y más importante operador de Arabia Saudí. En la UE se está realizando un proceso de integración de las compañías operadoras a escala europea que todavía no ha sido autorizado por los organismos reguladores del sector. Según la información disponible tanto la compañía española,Telefónica, como el propio gobierno en funciones se vieron sorprendidas por la adquisición saudí.
Noticia del ámbito de los negocios y las empresas: el magistrado titular del Juzgado de lo Mercantil numero 2 de Barcelona ha dictado un auto dentro del procedimiento concursado de CELSA, compañía propiedad de la familia Rubiralta, en los que los acusa de dificultar por todos los medios posibles que el control de la empresa concursada pase a ser controlada por los acreedores de la misma personados en el proceso. Y acusa a las asesoras PwC, Lazard y BDO, que actúan por cuenta de CELSA, de falta de objetividad y de método científico, reprobando sus números y conclusiones, afirmando que se dedican a hacer cirugía contable.
Respiremos, ello no obstante, Oliver Audy, cantante de country, cuya balada “Rich men north of Richmond” ha sido reproducida 56 millones de veces desde el 8 de agosto en que apareció en redes dice: “He vendido mi alma/ trabajando todo el dia/ horas extras/ por un sueldo de mierda”. Esa canción se ha convertido en un texto político y aparece en la banda sonora de la nueva derecha de los Estados Unidos. Ese país al que cito me da pie para informar que un tal Enrique Tarrio, hijo de cubanos exiliados a Florida, exlíder del grupo neonazi Proud Boys, ha sido condenado por el juez Kelly, que fue nombrado por Trump durante su presidencia, a 22 años de cárcel por liderar el plan fallido del 6 de enero del 2021 de impedir la transición pacífica de la presidencia en EE.UU. y quitarle a Joe Biden el derecho a acceder a la Casa Blanca. Es la pena más dura de las dictadas por ese intento de ese golpe de estado. El juez dijo que no observaba remordimientos en el reo, que tras el asalto a la ciudadela de la democracia siguió alardeando de la fechoría y justificándola con la gran mentira de la victoria de Trump. Para meditar en valores democráticos y constitucionales.