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Cs-Andalucía, del ‘Clan de la manzanilla’ al ‘Señor de las Torrijas’

En Cs-Andalucía denuncian que se ha iniciado "una purga" interna con la que el Vicepresidente intenta hacerse con el partido.

 

 

Tras elecciones autonómicas de 2015 donde el PSOE de Susana Díaz acabó gobernando con el apoyo parlamentario de Ciudadanos, en aquel verano la sequía informativa nos trajo esperanzadores titulares de los nuevos líderes políticos andaluces que brillaban con luz propia en los escaños de las Cinco Llagas: Teresa Rodríguez y Juan Marín. Un dos de agosto pudimos leer en El Mundo:

“Podemos y C’s renuncian al coche oficial pero no al sueldo del chófer”

“Se quedan con la asignación del Parlamento andaluz para así poder contratar a asesores”.

Tan solo un mes después,  el 18 de septiembre, los coches oficiales rechazados por los grupos naranja y morado, que habían hecho bandera de la regeneración de la vida política andaluza, estaban dispuestos para su subasta pública.

“El Parlamento subasta los coches a los que C’s y Podemos renuncian”

“La Cámara autonómica espera ingresar unos 8.000 euros por la venta de los dos Audi A6”

Fue sin duda el presidente de Ciudadanos, Juan Marín, quien más veces intentó capitalizar, sacando pecho en sesiones y declaraciones posteriores el gesto de rechazo a honores que -con la boca chica- consideraba innecesarios y costosos para la labor parlamentaria. Llegó a argumentar el ahorro que suponía para el presupuesto público del Parlamento la compra de coches, su mantenimiento, seguros y sueldo de un conductor a todo plan y sin horarios.

Estaba a punto de comenzar una de las pantomimas más grotescas vistas en el seno de Ciudadanos  Andalucía y eso que aún no había sucedido lo del ‘bla bla car’ del diputado por Almería, Principado de la Sra. Bosquet, presidenta del Parlamento.

 No al coche oficial, una renuncia de campanillas

 

Efectivamente el Sr. Marín rechazó el coche oficial pero a renglón seguido adquirió, vía renting, un nuevo coche ‘para el grupo’ pero a su gusto, financiado con el presupuesto del Grupo Parlamentario de Ciudadanos que como se sabe procede de los presupuestos generales de los andaluces. El coche, cuentan en el partido, fue de uso exclusivo de Marín en sus idas y venidas diarias a Sanlúcar de Barrameda, su lugar de residencia habitual, feudo político y gastronómico durante el confinamiento.

Con una particularidad: Juan Marín creó un nuevo puesto de trabajo en su pueblo con cargo al Parlamento. Efectivamente, el chofer ‘particular’ pasó a engrosar la nómina de miembros del nutrido ‘clan de la manzanilla’  al ser el conductor paisano sanluqueño del Vicepresidente.

Lo que no deja de ser en realidad una anécdota más, en comparación a las grandes preocupaciones que nos asolan, es sin embargo un reflejo de la personalidad política del actual Vicepresidente de la Junta. Mientras se elevaba en la tribuna presumiendo de que llegaba para regenerar la vida pública andaluza, a servir a los ciudadanos, no a servirse de ellos, el líder naranja se garantizaba su transporte diario pagado también con dinero público, pero fuera de los lógicos controles del Parque Móvil… y del qué dirán.  Su chusco mensaje de entonces a los andaluces fue que lo hacía por ahorro del dinero público, en un gesto que la gente agradeció visto lo visto en los juzgados a cuenta de los Eres, gúrteles etc.

Cuentan que a día de hoy el coche de Ciudadanos sigue en una planta del aparcamiento del Parlamento y prácticamente sin usar.

Juan Marín se montó en el coche oficial de Vicepresidente de la Junta en diciembre de 2018 y por lo que se ve quiere perpetuarse en él, incluso hasta después de que se quede sin partido en Andalucía.

 

¿Y el partido, qué?

 

Porque ese es el gran temor que empieza a circular como un virus letal entre tantos y tantos militantes de buena fe de Ciudadanos que, sorprendidos y cabreados, comprueban a diario cómo una nueva casta, liderada por un superviviente colorista de la política municipal durante décadas, se ha hecho con el control del partido y, lo que es peor, ha convertido la Junta en una agencia de colocación de personas amigas, muchas sin méritos ni capacidad, pero con lealtad perruna certificada en origen. Obediencia al mando. Punto.

Se lo criticamos al PSOE y también al PP. El manejo institucional para hacer partido no es algo que sea ni ético ni estético, quizás irregular en algún caso y Marín está demostrando un gran destreza a la hora de mover sus leales peones y purgar a sus críticos, a los que previamente habían nombrado en la Junta las víctimas del ‘Señor de las torrijas’ como le llaman algunos después de su famoso video. Analizando la larga lista de ‘caídos’ en desgracia en cargos de la administración autonómica ante Juan Marín, se puede completar con el resto de cargos nombrados cuando los purgados ocupaban el cargo. La lista ya es muy notable.

 

El gol de los comisarios

 

La idea de nombrar a finales de febrero, casi en plena pandemia, a 16 nuevos cargos en las delegaciones provinciales de la Junta en las provincias, según fuentes naranjas, no obedeció más que a la voluntad de Marín de poner ‘comisarios’ de su confianza en las provincias y así controlar a delegados que aún siendo de su partido, no son de su cuerda. Y como a Elías Bendodo le debían quedar  todavía muchos paisanos malagueños por colocar, apoyó encantado desde el PP la propuesta de Marín y sus nuevos comisarios, doblando de 8 a 16 los puestos de nueva creación. (El gobierno del cambio ha logrado lo imposible, que la administración paralela circule confundida por el mismo carril que la institucional).

Del asunto nadie abrió la boca, todos estábamos en esas semanas de marzo buscando máscaras, papel higiénico, asustados y a punto de ser confinados. En ese contexto fue capaz la derecha de colar este gol desde el gobierno de coalición. Hasta el diario Abc destacaba el secretismo empleado por la Junta en su crónica: “se duplica el número de asesores, de personal de libre designación, en las ocho provincias. Un decreto que se aprobó en el último Consejo de Gobierno pero del que el portavoz Elías Bendodo no informó a los medios como marcan las normas y suele ser habitual”.

(Sorprendió porque el Sr. Bendodo presume cada semana de ser portavoz de un ejecutivo muy transparente)

Esta actuación gubernamental, vista con la perspectiva de los siete meses transcurridos, ha sido posiblemente la peor charranada que se ha podido ejecutar de espaldas a la opinión pública andaluza en esta pandemia desde el Palacio de San Telmo. Todo para beneficiar los intereses no ya de un partido, sino de su jefe de filas. Pero ya se sabe que en una coalición, ‘hoy por tí, mañana por mi’. Sin olvidar, por cierto, la modificación de más de dos docenas de leyes, que con el pretexto de agilizar la inversión económica en la región ¡justo arrancando la incertidumbre y la pandemia!, permitió al gobierno hacer favores a los amigos – caso Cadena Cope- y quitar vallas al campo autorizando ladrillo y explotación turística en el Parque Natural Cabo de Gata, entre otras cosas.

 

Lo de la comisión para la Recuperación de Andalucía

 

Pero la inconsciencia política del máximo dirigente andaluz de Ciudadanos ha quedado de manifiesto entre bambalinas con motivo de la reciente creación y puesta en marcha de la Comisión de Estudio sobre la Recuperación Económica y Social de Andalucía a causa de la pandemia de la Covid-19.

Fuentes del grupo parlamentario aseguran que el candidato inicialmente propuesto en el seno de Ciudadanos para presidir dicha comisión era el diputado de Ciudadanos por Málaga  Javier Pareja, pero a la hora de la verdad ni Marín ni nadie movió un dedo para evitar que la presidencia de la Comisión recayera en manos de Vox, provocando como consecuencia que la izquierda – el PSOE-A ganó las elecciones en Andalucía el 2D-  no se haya integrado en unos trabajos encaminados a poner sentido común y unidad de acción al grave momento social y económico de nuestra comunidad. ¿Y por qué finalmente no presidió Ciudadanos la comisión, que seguramente habría contando con más apoyos que el candidato de la derecha extrema? Me contesta alguien que lo sabe: “Juan Marín no movió un dedo para que así fuera, y no lo hizo porque el diputado Pareja no es de su cuerda en el seno del partido”.

 

«Purgados por ser personas libres y defender los valores reales de Cs»

 

Cada día son más las voces en Ciudadanos que dejan en evidencia la gravedad de la crisis abierta en el partido en Andalucía al comprobar como Cs ha desaparecido del día a día de la Junta; solo aparece el nombre de Ciudadanos para dar cuenta de ceses y nombramientos, algunos inexplicables por incomprensibles, y cada día que pasa hay más tráfico de llamadas desde el sur a Barcelona y a Madrid, los núcleos de poder en Ciudadanos, bastante alucinados cuentan con lo que está pasado en Andalucia.

Algunos dirigentes nacionales de Cs como el senador Fran Hervías, que fue con Rivera responsable de Organización, no ha podido reprimirse y ha estallado en Twitter para públicamente mostrar su apoyo a los “purgados por ser personas libres” … una purga evidentemente autorizada por “El Señor de las Torrijas”.

 

Lo que está pasando con Juan Marín recuerda mucho lo que suele ocurrir en realitys como “La isla de las tentaciones”. Que llegas con una/o y te marchas con otro/a, aunque Juan Marín parece que quiere también quedarse con la isla, las gaviotas y posiblemente con el coche de producción.