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De pan llevar y de saber elegir

La noticia de la ruptura del acuerdo ya ha hecho subir los precios de los cereales y delas semillas óleoginosas.

El presidente Macron estima que Putin ha cometido un gran error al romper el acuerdo sobre el cereal ucranio. “Estoy convencido de que para los rusos no hay nada que admiren más que la fortaleza y que no hay nada por lo que sientan menos respeto que la debilidad militar”. Cito a Churchill en 1939. El acuerdo sobre cereales ucranianos ha permitido en el último año exportar 33 millones de toneladas desde puertos ucranios, de las cuales 725.000 – un 2,2% del total – han sido enviados a través del corredor del Programa Mundial de Alimentos (PMA) a Etiopía, Somalia y Yemen.

En 2022 unos 350 millones de personas experimentó hambre aguda y 770.000 estuvieron al borde de la hambruna. Un 20% de lo que entrega el PMA a esas personas para evitar la hambruna y el hambre aguda sale de Ucrania. . Se llegó al acuerdo con la mediación del presidente turco Erdogan. El objetivo fundamental del acuerdo era la entrega de cereales a los países necesitados, especialmente africanos, firmándose en julio de 2022 en Estambul, se ha renovado dos veces en este periodo y ha expirado a las 23 horas del lunes 17 de julio. Rusia no va a firmar la renovación del tratado que permite la salida del grano ucranio de los puertos del Mar  Muerto y que alimenta a millones de personas. Los rusos venían denunciando hace meses que no se estaban cumpliendo los acuerdos de reconexion del banco agrícola ruso Rosseljozbank al SWIFT, el levantamiento de sanciones en repuestos para máquinas agrícolas, el desbloqueo de la logística y los seguros de transportes, la descongelación de activos y la reanudación del uso de la tubería de amoníaco que une Togliatti con Odessa que explotó el 5 de junio pasado.  Estos acuerdos forman parte de un memorándum entre Rusia y ONU. No propiamente del acuerdo de Estambul  en sentido estricto.

Rusia agredió a Ucrania, la invadió con sus tropas hace 500 días y sigue masacrando pueblos y personas. Los hechos son mostrencos. Contra facta, non valent argumenta. En 1605 invadieron Rusia los polacos; en 1708 los suecos; en 1812 los franceses; en 1914 y 1941 los alemanes; sí se añaden Crimea entre 1853 y 1856 hasta llegar a 1945 los rusos han tenido que guerrear en su interior o en su entorno cada 33 años. En 1721 Pedro el Grande fundó el imperio ruso y ocupó Ucrania al amparo de los principios del comercio y el nacionalismo. Los ucranianos no olvidan lo ocurrido en la hambruna de 1932 y 1933 en la propia Ucrania. Conocida entre los ucranios como holodomor, que al pie de la letra se traduce por matar de hambre. Stalin ordenó con todo conocimiento la hambruna, planificada minuciosamente. La llevaron a cabo unidades policiales rusas por diversos métodos, incluido el asesinato masivo: requisas casa por casa de las cosechas, sellado de las fronteras, aislamiento y cerco de los pueblos, prohibición de importaciones. Los historiadores y demógrafos evalúan el resultado en 3.300.000 personas muertas. Orwell recogió lo ocurrido en su obra. Las gentes gritaban al paso de los trenes “jlib, jlib”, pan, pan. Las órdenes de la policía rusa eran no darles nada. Un genocidio que buscó arrasar el idioma, la cultura, la patria ucrania.

El día 16 de julio de 1990 el Parlamento firmó la Declaración de Soberanía Estatal de Ucrania, separándose de la  Federación Rusa. Esas inmensas tragedias subyacen a lo que está ocurriendo estos meses. La noticia de la ruptura del acuerdo ya ha hecho subir los precios de los cereales y delas semillas óleoginosas. Aumentará el precio del pan y de la pasta en los próximos meses. Las reformas agrícolas europeas a impulsos de la UE tendrán igualmente repercusión en la cadena alimentaria de los países que la integra. Ya se han anunciado los catastróficos datos de la  campaña cerealista a española y la advertencia de las necesarias importaciones. Nada de esto se ha debatido ni planteado en la campaña electoral que está a punto de finalizar. La mirada de Medusa del poder que afecta a quienes lo han ejercido alguna vez, la embriaguez de gobernar y mandar, muestra que ya no pueden privarse de ella. Solo Sila y Carlos V se ocultaron con el corazón sobrecargado y lucidez mental. Es de temer que ninguno de nuestros bien soportados lideres están cerca de Sila y del emperador Carlos I de España y V de Alemania.