De Resurrectione Mortuorum
Asistí a los cabildeos, cotilleos, rumores y asombros a su defenestración como presidente de la Junta realizada por sus compañeros de partido.
Fui Director General de Justicia durante la presidencia de don Rafael Escuredo, por quien sigo manteniendo alta valoración y gran estima. Asistí a los cabildeos, cotilleos, rumores y asombros a su defenestración como presidente de la Junta realizada por sus compañeros de partido y, en algunos casos, de su gobierno. Parece que su decidida apuesta por un andalucismo socialdemócrata y autonómico se encontraba en el fondo de la tramoya que lo expulsó del poder. Siempre lo he dudado, pues aprendí en los movimientos juveniles de la Iglesia a no servir a señor que se pueda morir, incluidos el papa y los obispos, actitud que he mantenido y mantengo con bastante rentabilidad anímica.
Hoy leo con indignada perplejidad que su partido lo va a proponer en Las Cinco Llagas nada menos que como padre de la autonomía andaluza. Han pasado cuarenta años desde que su concepto político de la autonomía andaluza le costó a Escuredo su desaparición del ejercicio del poder andaluza. El PSOE ha desperdiciado por variadas vías agropecuarias el poder que con Rafael logró.
Cui bono?. Veritas convici non excusat iniuriam. (La verdad de la ofensa no exime del daño).