The news is by your side.

El Foro Internacional Socialista de Tánger y el socialismo marroquí asumen el ‘movimiento andalusí’ y la memoria de Blas Infante

Alejandro Delmás Infante, nieto de Blas Infante, pronunció un discurso, con la mesa presidida por altos cargos del Ministerio de Justicia marroquí, que se adhirieron a los planteamientos andalusíes.

 

Entre el pasado viernes 24 y el domingo 26 se celebró en el hotel ‘Ramada Encore’, en Tánger, el ‘IV Foro Internacional por la Juventud y la Democracia’, organizado por las ‘Juventudes Socialistas’ del Partido del Progreso y del Socialismo (PPS) de Marruecos, cuyo Secretario General es Mohamed Nabil Benabdallah. Said Bakkali, líder del PPS y de las ‘Juventudes Socialistas’ en Tánger fue el responsable de organización del evento.
M. Benabdallah, de antepasados andaluces y hoy Consejero de Administración en la conocida ‘Fundación de las 3 Culturas’, ha sido ministro de Comunicaciones, Organización Territorial-Medio Ambiente y Urbanismo entre 2002 y 2017. Siempre dentro de sucesivos gobiernos progresistas de M. Abdellah Benkiran. La ‘Fundación de las 3 Culturas’ regenta hoy el pabellón de Marruecos de la Exposición de 1992 en La Cartuja, Sevilla.

 

Los herederos de aquellos andaluces ‘dispersados’ que hoy viven en el Norte de Marruecos aún mantienen las llaves y títulos de propiedad de las casas y de las propiedades que en su tiempo se vieron forzados a abandonar en Sevilla o Granada.

 

Bajo el lema de ‘Un Mundo Nuevo en Construcción’, en este evento internacional de Tánger se hallaron representados hasta 37 partidos u organizaciones de los cuatro continentes, incluida la República Popular China, con presencia y discursos del embajador de Cuba, Javier Domokos Ruiz (en el séptimo aniversario de la muerte de Fidel Castro) o de ministros y altos cargos de países como Libia, Egipto, Costa de Marfil o Palestina. Todos ellos, además del propio Mohammed Nabil Benabdallah y otros altos cargos de la Administración marroquí, esencialmente de los Ministerios de Justicia y Exteriores. Desde España acudió la delegación del ‘Partido Andalusí’, formada por la cúpula de dicho partido, recientemente creado en Algeciras.
La solidaridad con el pueblo palestino fue uno de los puntos comunes en este ‘Foro Internacional por la Juventud y la Democracia’. Benabdallah calificó como de ‘ naturaleza salvaje’ y de ‘crímenes contra la Humanidad’ la actual situación y estado de cosas en Palestina.
«Lo que está pasando en Palestina, con la actitud de Israel y de los países occidentales bajo control de EE UU manda el mensaje de un mundo decadente y agresor. Estamos ante métodos que recuerdan mucho los métodos fascistas y nazis y que deberían ser estudiados y denunciados ante la Corte Penal Internacional». Los representantes de Cuba, Libia, etc. intervinieron con palabras similares a las de Benabdallah.

 

 

BLAS INFANTE Y LOS MORISCOS ANDALUSÍES.
A instancias del ‘Partido Andalusí’, el ‘Foro Internacional por la Juventud y la Democracia’ también tuvo un sitio y un llamamiento para la rehabilitación de la memoria de los moriscos andalusíes, cuya herencia y legado se intenta conseguir que sean reconocidos formalmente por la Unión Europea, del mismo modo que ya están asumidos por la propia Constitución del Reino de Marruecos.
Dentro de la delegación andaluza, Alejandro Delmás Infante, nieto del líder andalucista Blas Infante que fuera asesinado por el franquismo en 1936, y que es hijo de su hija María de los Ángeles Infante, pronunció un concreto discurso en los turnos de intervenciones de la tarde del sábado 25, con la mesa presidida por altos cargos del Ministerio de Justicia marroquí, quienes se adhirieron a las palabras de Delmás Infante y a los planteamientos andalusíes.
Entre otras cosas, Alejandro Delmás Infante manifestó: «Cabe recordar que en el preámbulo de la Constitución de Marruecos también se reconoce a la civilización andalusí. ‘Si hablamos de Al Ándalus, es lógico que hablemos de Marruecos y si hablamos de Marruecos es lógico que hablemos de Al Ándalus’, nos dijo en enero pasado en Chefchaouen nuestro buen amigo, el señor Ali Raisouni».
«La proposición de Blas Infante era ir colocando ideas como ladrillos de cultura para enlazar en ese puente de culturas todo aquel gran Al Ándalus que él visualizó y soñó a partir de la grandeza de los emires Omeya. Desde Córdoba, los Omeya dominaban culturalmente no sólo Al Ándalus, sino parte de Europa y Asia, como Siria y Cáucaso. Y, por ejemplo, un gramático de Jaén, el señor Alfiya Al-Malalek calibraba y sintetizaba la gramática del Korán. Hemos venido aquí a Tánger para dedicar una porción de nuestro tiempo a todos ellos que dieron su vida para que viviera esta nación andalusí. No habría un ideal más apropiado y adecuado que éste. Es un verdadero ‘Ideal Andaluz’, que es el libro fundamental de Blas Infante. El mundo podrá recordarnos -o no- a nosotros, pero nunca podrá olvidar a todos ‘ellos’, su sacrificio y lo que aquí hicieron, como no cabe olvidar tampoco el de los moriscos andalusíes, expoliados a sangre y fuego antes de ser desterrados de España por los reyes Felipe II y Felipe III. ‘En todos nace la criatura nueva; aquellos en quienes permanece, esos son los elegidos’, escribió Blas Infante de su puño y letra en su ‘Korán Al-Karim’. En esencia, aquí no hemos hablado de política, sino de la cultura y el Renacimiento de una gran nación: Al-Ándalus, el sueño de Blas Infante».
El discurso completo de Delmás Infante ante este Foro Internacional en Tánger, de unos ocho minutos de duración, puede leerse al completo al final de esta información en ‘Confidencial Andaluz’. Los propios Mohammed Nabil Benabdallah, que procede de antepasados andaluces, y Said Bakkali saludaron efusivamente, como se aprecia en una de nuestras fotografías, a este nieto de Blas Infante, a quien le fue expresada la solidaridad y reconocimiento de Marruecos con el legado de Blas Infante, actual ‘Padre de la Patria Andaluza’, además de ese mismo reconocimiento formal para los derechos y legado del pueblo morisco andalusí.
Se confía en que la actual Administración de Marruecos -según instancias y conclusiones de este mismo Foro Internacional, en Tánger- haga las gestiones a su alcance para promover y conservar estos derechos y todo el movimiento de la herencia andalusí.
Los herederos de aquellos andaluces ‘dispersados’ que hoy viven en el Norte de Marruecos aún mantienen las llaves y títulos de propiedad de las casas y de las propiedades que en su tiempo se vieron forzados a abandonar en Sevilla o Granada. Este ‘IV Foro Internacional por la Juventud y la Democracia’ concluyó en Tánger a mediodía del domingo 26. Según instancias y conclusiones de este mismo Foro, en Tánger, se confía en que la actual Administración de Marruecos realizará gestiones a su alcance para promover y conservar estos derechos, dentro de todo el movimiento de la herencia andalusí.

 

María José Camacho/Tánger 

Mohammed Nabil Benabdallah, que procede de antepasados andaluces, y Said Bakkali saludaron efusivamente, como se aprecia en la imagen a este nieto de Blas Infante

 

 

 

Discurso del nieto del Padre de la Patria Andaluza
Al Ándalus, el sueño de Blas Infante
por
Alejandro Delmás Infante
Salam Aleikum a todos, hermanos andaluces andalusíes. En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso, Señor de los mundos, ‘Bishmillah, Ih-Rahman, Ih-Rahim, Sayid alealamin’.
Hace casi exactamente un centenar de años, entre 1922 y 1924, un hombre honrado, culto y andaluz llamado Blas Infante Pérez, el padre de mi madre, visitó Marruecos, que es el Sur de Al Ándalus, con el fin de construir y comprender el común pensamiento cultural e islámico de este ‘Sur Andaluz’, aquí en Marruecos, con el del conjunto de Al Ándalus.
Al Ándalus, ‘Andalucía, ‘L’Andalousie’, no fue sólo el Sur de España, no es sólo Córdoba, Granada, Sevilla, Málaga, y otras zonas … también se trata de otras zonas como, por ejemplo,  Valencia. Todo esto es Al Ándalus, con el inmenso, maravilloso patrimonio histórico y cultural que más dinero proporciona a la Iglesia y al Estado en España. Cabe recordar que en el preámbulo de la Constitución de Marruecos también se reconoce a la civilización andalusí. «Si hablamos de Al Ándalus, es lógico que hablemos de Marruecos y si hablamos de Marruecos es lógico que hablemos de Al Ándalus’, nos dijo en enero pasado en Chefchaouen nuestro buen amigo, el señor Ali Raisouni.
En aquellos días de hace un centenar de años, Blas Infante, llamado ‘Ahmed Infante’ en Marruecos visitó en Agmat la tumba de Al-Motamid, último rey musulmán del reino de Sevilla, que Dios le otorgue misericordia. Infante también visitó en la Yebala al señor de ese territorio, el sultán Muley Ahmed Ibn Muhammad Ibn Abdallah-Al Raisouni, pariente de nuestros amigos en Chefchaouen.
La proposición de Blas Infante era ir colocando ideas como ladrillos de cultura para enlazar en ese puente de culturas todo aquel gran Al Ándalus que él visualizó y soñó a partir de la grandeza de los emires Omeya, ‘Banū ʾUmayya’. Desde Córdoba, los Omeya dominaban culturalmente no sólo Al Ándalus, sino parte de Europa y Asia, como Siria y Cáucaso. Y, por ejemplo, un gramático de Jaén, el señor Alfiya Al-Malalek calibraba y sintetizaba la gramática del Korán.
Entonces, en 1936, aparecieron Franco y sus militares sublevados para asesinar a Infante en Sevilla, y a tantos otros, como Federico García Lorca, en Granada. García Lorca también visitó Marruecos, Chefchaouen, donde nos dejó documentos de poesía. Y aquel golpe militar de julio de 1936 también acabó con las vidas de decenas de destacados andalusíes en todo el Norte de Marruecos, como en Chefchaouen, Tetouan, Ksar, Larache, Al-Hoceima, Nador…
Hemos venido aquí a Tánger para dedicar una porción de nuestro tiempo a todos ellos que dieron su vida para que viviera esta nación andalusí. No habría un ideal más apropiado y adecuado que éste. Es un verdadero ‘Ideal Andaluz’, que es el libro fundamental de Blas Infante.
Pero, en un sentido más amplio, no somos nosotros los que santificaremos este ‘territorio andaluz’. Ya lo hicieron por encima de nosotros tantos hombres sabios valientes, los vivos y los muertos. El mundo podrá recordarnos -o no- a nosotros, pero nunca podrá olvidar a todos ‘ellos’, su sacrificio y lo que aquí hicieron. Y en estos sacrificios, en la actualidad, no cabe olvidar el del pueblo de Palestina, como tampoco el de los moriscos andalusíes, expoliados a sangre y fuego antes de ser desterrados de España por los reyes Felipe II y Felipe III.
Ahora nos corresponde a nosotros, los vivos, dedicarnos a la gran tarea que nos queda por delante, para que ‘ellos’ no hayan muerto en vano. Que esta nación andalusí, bajo la voluntad de Dios -y ‘No hay vencedor sino Dios’, wa-lā gālib illà Allāh, está escrito en la Alhambra de Granada- tenga un nuevo nacimiento de libertad para que el gobierno de su propio pueblo jamás desaparezca de la Tierra.
‘En todos nace la criatura nueva; aquellos en quienes permanece, esos son los elegidos’, escribió Blas Infante de su puño y letra en su ‘Korán Al-Karim’ que siempre viaja conmigo. En esencia, aquí no hemos hablado de política, sino de la cultura y el Renacimiento de una gran nación: Al-Ándalus, el sueño de Blas Infante.
Que la paz sea sobre todos ustedes. Salam ou aleikum.
Viva Al Ándalus
Viva Andalucía Libre