The news is by your side.

¿Qué España va mejor, Señor Sánchez?

A la actual y violenta huelga del metal en Cádiz se añade una potente lista de espera para huelgas o manifestaciones.

 

Con su eslogan (en el XIV Congreso del PSOE madrileño): “España va mejor” ―ojalá fuera cierto―, Sánchez ratifica que, para él, el voto y la verdad son irreconciliables. Cualquier observador desapasionado comprobaría cómo en nuestro país, inmerso  en una atmósfera de desánimo cuando no de ira social, sobreabundan los ciudadanos irritados. Dejando aparte separatismos ―que no es poco aparcar―, aquí campan la hiperinflación, la gigantesca deuda, la falta de entendimiento entre agentes sociales, o la rebaja de las expectativas de crecimiento. A todos esos males ellos se une el reverdecimiento del espíritu huelguista decimonónico. Ese de los eufemísticos “piquetes” cuyo discurso “informativo” se concreta en desórdenes públicos, ataques  a la libertad de trabajo y de movimientos y, como no, la quema de bienes ajenos.    

 

A la actual y violenta huelga del metal en Cádiz se añade una potente lista de espera para huelgas o manifestaciones de, entre otros: transportistas por carretera, ganaderos, peluqueros, agricultores y universitarios. Faltan por confirmar las de jugadores de petanca y de cazadores de gamusinos. Todo se andará. El Gobierno que, albergando a la ultraizquierda, parecía asegurar la paz social, se está mostrando incapaz de controlar o apaciguar a sus gregarios. Incluso ha logrado el récord histórico de poner de acuerdo en algo a todas las fuerzas de seguridad. Policías nacionales, guardias civiles, policías autonómicos y locales (sin confirmar si, asimismo, los porteros de discotecas) han acordado manifestarse, el 27 de noviembre próximo, contra el proyecto gubernamental  de reforma  de la Ley de Seguridad Ciudadana. Proyecto que, en beneficio de los violentos y delincuentes, dificultaría la acción policial e incrementaría la inseguridad ciudadana.   

 

En tal ambiente, cómo no, ha reaparecido Franco, el infalible y socorrido señuelo de Sánchez para tapar su desastrosa gestión. Esta vez, don Francisco vuelve en el contexto de la estéril Ley de la Memoria Democrática, por la anunciada revisión de la Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía, o ley “de punto final”, que propició la transición. Revisión que los expertos avanzan no tendrá recorrido jurídico alguno, aunque servirá para encrespar ánimos y profundizar en el enfrentamiento de unos contra otros. Y con tales prendas, ¿cómo se atreve Sánchez a afirmar cínicamente que España va mejor? Será que va mejor para él, a pesar de mostrarse como el peor gobernante desde 1.978, y no poder ni salir a la calle sin recibir los abucheos de la gente.  

 

Pero ―que no se mueva nadie―, afortunadamente, no todo va mal. El pasado viernes lo comprobé tras recibir con gran honra el diploma de Socio de Honor del Círculo Ahumada, en un emotivo acto celebrado en el Centro Cultural de los Ejércitos de Madrid. Ocasión entrañable de exaltación y aliento a la Guardia Civil. Fue todo un chute de ánimo. Lo que Antonio Burgos llamaría una “convidá a Patria”. En el repleto salón de actos había  políticos, militares, juristas, periodistas, policías nacionales, ciudadanos de a pie y, naturalmente, guardias civiles.  También recibieron tal distinción, entre otros: la presidenta de la CA de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el director adjunto operativo de la GC, TG Salas; el Jefe de la UME, TG M.Meijide; la brillante diputada Macarena Olona, y, a título póstumo, el Tcol de la GC Jesús Gayoso (jefe del GAR), y el  guardia civil Agustín Cárdenas (del puesto de Jerez de la Frontera). En fin, qué quieren que les diga: menos mal que nos queda la Guardia Civil.  No sé si me explico.