Simplemente Juanma
El candidato Bonilla en solitario suma dado su perfil centrado, dialogante, con aspecto de vecino simpático y buena gente.
Fue de las primeras cosas que llamaron la atención cuando un semi desconocido Juan Manuel Moreno Bonilla asumió la presidencia de la Junta, pese a haber obtenido el 2D-2018 solo 26 diputados de los 109 que integran el Parlamento, los peores resultados en la historia de la derecha en Andalucía, que va desde la AP de Antonio Hernández Mancha y Gabino Puche al PP de Teófila Martínez y Javier Arenas.
«Llamadme Juanma» fue una petición a mi juicio sincera, nada impostada por el flamante e inesperado presidente, solicitud que se entiende mejor después de verle actuar durante tres años largos. Su permanente cuerpo a cuerpo con la calle, su capacidad para empatizar con sencillez con cualquiera que se le ponga por delante, en definitiva su simpatía natural y espontánea, son poderosas armas empleadas y explotadas día sí día también por su aparataje mediático y que alejan al presidente candidato de los grandes problemas y debates, situándolo a nivel Dios. Las broncas las ha limitado a un encorsetado Parlamento de Andalucía, maltratado como nunca en esta Legislatura y con la presidencia más teledirigida y hueca que jamás haya tenido. Esas cualidades electorales y personales de Bonilla para acercarse a la gente, también las desplegó en su momento Susana Díaz, aunque demasiadas veces se le notó al final la ausencia de naturalidad y empatía, especialmente con quienes no eran de su cuerda.
Así que, cuando el nuevo presidente pidió que Juan Manuel solo saliese en el BOJA firmando decretos, -vosotros ‘Llamadme Juanma’- fue una solicitud atendida de inmediato por las normas ¿de estilo? de Canal Sur TV y radio, que desde entonces modificaron la nominación para mencionar al presi, qué guay. Quedaba expresamente prohibido a sus periodistas llamarle Juan Manuel y desde esos días siempre se le denominó ‘el presidente de la Junta Juanma Moreno por aquí’, o ‘el líder del PP Juanma Moreno por allá’. Todo sonaba al principio como muy familiar, con excesiva confianza, en plan colegueo y durante los meses que siguieron hubo telediarios donde daban las dos denominaciones, como si la tradujeran, para que quedase claro que Juanma era Juan Manuel Moreno Bonilla, el nuevo presidente de la Junta.
Al final todo el mundo le ha acabado llamando Juanma, «Simplemente Juanma», como aquella radionovela, Simplemente María, de 500 capítulos que los medios del régimen pusieron en sus cadenas en los setenta, muy seguida en El Pardo.
Entero hasta el final, sin rasguño
Elias Bendodo, sin duda, ha sido el ideólogo y ejecutor principal de esta estrategia tras llegar a la conclusión de que las siglas del PP restaban – y más con Casado y Teo entonces haciéndoles la vida imposible- mientras que el candidato Bonilla en solitario sumaría dado su perfil centrado, dialogante, con aspecto de vecino simpático y buena gente. A Moreno Bonilla habrá que reconocerle, entre otros, el mérito de haber llegado al final de legislatura sin un solo rasguño de la oposición, algo a lo que no estábamos acostumbrados los andaluces con los presidentes que le precedieron. También es verdad que nunca hasta ahora un presidente, ni siquiera la propia Susana Díaz, ha estado tan mimado y protegido – oiga, cueste lo que cueste- como Juanma Moreno en el actual sillón de San Telmo.
Resulta muy ilustrativo al respecto repasar cómo se editorializaba y se opinaba en Andalucia antes del «gobierno del cambio» y compararlo con la actual opinión publicada, donde lo que se practica es el secuestro sistemático de noticias que se consideran perjudican al partido en el gobierno.
El ‘caso Maletines’, por ejemplo, ha sido ignorado por los medios públicos, muy en la linea oficial sostenida en este pestilente asunto por el PP, a cuyo gobierno se le debiera lanzar la pregunta del millón de una vez: ¿por qué el teléfono corporativo del asesor del consejero de Salud, principal sospechoso, no está aportado a la causa?
Tampoco muchos medios privados se han ocupado de darle relevancia al primer caso de corrupción – investigado judicialmente desde hace año y medio- que le estalla bajo la mesa al presidente Juanma y a su partido.
La propia Junta Electoral Central ya les ha enviado un primer aviso respecto al uso y abuso de Canal Sur TV.
Lo más grotesco es que este tipo de censuras informativas vienen avaladas – sino diseñadas- por mentes que hasta hace relativamente poco dedicaban sus neuronas a denunciar precisamente estos y otros tipos de manejos corruptos detectados en la administración autonómica gobernada por el PSOE.
Quizás han olvidado que la intencionalidad política de quienes cebaron los Eres con millones es muy parecida a la de quienes invierten también millones públicos en una descarada propaganda partidista de protección mediática. A lo que hacía el PSOE le llamamos red clientelar, donde alegremente se incorporó a los miles de perceptores de los eres que en justicia les correspondían y siguen percibiendo a día de hoy. Lo que hizo el PP con los contratos exprés para vigilantes de las playas del plan anti Covid no se sabe muy bien como definirlo, salvo recordar que la Justicia dictaminó su ilegalidad. En realidad, a todo este tipo de manejos que se hacen cuando se detenta el poder en periodo electoral, le podemos llamar hacer trampas. Los primeros pasos de la JEC no invitan al desánimo, sino que alertan de que los jueces están dispuestos a velar por el respeto a las leyes y no dejar pasar ni una.
Dos palabras, «Juanma presidente»
«Juanma, Presidente» , simplemente dos palabras, van a presidir la campaña electoral del actual inquilino de San Telmo y del PP. Lo ha reconocido el propio candidato, su figura aporta más que las siglas del PP de la Gürtel del que obviamente pretender distanciarse.
Y algo más que no ha dicho. Juanma Moreno, con los sondeos tan favorables como los que tuvo Arenas en la primavera de 2012, cree que tiene red suficiente como para lanzarse a cuerpo gentil y capitalizar para sus propios intereses políticos y personales la previsible victoria que le vaticinan las encuestas. En definitiva busca implantar el modelo que ha funcionado en el PP de Galicia con Feijóo durante años. Un presidente regional indiscutido, con mando en plaza, dueño y señor del partido y del gobierno en su comunidad, sin interferencias no deseadas y siempre pactadas de igual a igual con los de Genova 13. El 19J Moreno se juega, además de seguir como presidente, su verdadera confirmación a la alternativa como titular de la baronía andaluza del PP. Ser presidente gracias a los votos de Vox no es de las medallas de las que pueda estar más orgullo el candidato a la reelección, de ahí el valor político que tendría una respuesta masiva en las urnas a su candidatura.
Revalidar este título tiene su importancia dada la geopolítica autonómica vigente. Una indiscutible victoria que le permita liderar la formación de un gobierno, le reforzaría a la hora de sentarse con los del partido no democrático de su derecha o con Juan Espadas, que vaya Ud. a saber lo que vamos a ver y escuchar exactamente dentro de treinta y tres días, al anochecer.
«Dejadme solo»
Colocar todos los huevos en un solo canasto, ya se sabe, tiene un enorme riesgo ante un inesperado tropezón. Dejar solo al líder, desnudo de siglas, coloca al candidato en la diana de Vox, el adversario al que más teme el PP porque se disputan electorado y cuya candidata ya le ha preguntado a Bonilla si estaría dispuesto a ser «mi vicepresidente».
De momento el candidato del PP a la reelección no ha caído en las primeras provocaciones de Olona, sabiendo muy bien que tiene más que perder que ganar. Entrar a responder y polemizar es darle más votos a su adversaria que es lo que persigue.
La noticia del fichaje de Alvaro Zancajo como jefe de prensa de campaña de la candidata de Vox sorprendió en la calle, pero no en San Telmo donde, desde que lo nombraron director de informativos y contenidos de Canal Sur, sabían perfectamente que fue un candidato impuesto desde Madrid por el equipo de Pablo Casado con el expreso apoyo y la confianza de Vox. La irrupción de Zancajo en su momento supuso de facto la ruptura del pacto institucional que todos los partidos andaluces en el Parlamento alcanzaron para desbloquear los órganos de extracción parlamentaria como la RTVA, durante años caducada e inservible. Trabajadores y la oposición de izquierdas, fundamentalmente, lidiaron una fuerte batalla crítica contra los desmanes informativos que empezaron a verse en Canal Sur TV bajo la responsabilidad del hoy nuevo jefe de prensa de Vox en campaña. Pero si dura fue la oposición contra el zancajismo mucho más contundente fue el golpe de mano final que lo acabó devolviendo a Madrid. Fue el propio equipo directivo quien lo protagonizó, plantándose en San Telmo y amenazando con dimitir varios de ellos. Viene a cuento recordarlo porque no es descartable que asistamos, además, a ajustes de cuentas pendientes entre unos y otros.
Salvando las distancias que sean precisas, en función de lo que suceda el 19J, el tándem Olona/Zancajo puede acabar pareciéndose mucho al de Diaz Ayuso/ Miguel Ángel Rodriguez, pero en San Telmo.
Juan Manuel Moreno – simplemente Juanma- ha emulado a los grandes toreros con el «dejadme solo» y se dispone a lidiar a cuatro bravos astados- uno de ellos manso de solemnidad- en la faena más importante y trascendental de su dilatada trayectoria política iniciada hace muchos años, cuando Javier Arenas apostó por él para presidir las NNGG del PP.
Cs sueña con el ‘diputado gold’
Mientras, lo que queda de Ciudadanos, los que ahora van de liberales andalucistas y reparten banderolas blanquiverdes que se quedan en las sillas que no se ocupan en los mítines, intentarán agarrarse a los salvavidas soñando, entre ellos Juan Marín, que las urnas hagan el milagro y les otorgue un par de diputados gold, una o dos llaves de oro y así poder seguir en la casa común del PP cuatro años más, casi como hasta ahora, en amor y compaña. Se les nota que están a la desesperada, recurriendo a todo tipo de comparecencias y focos públicos donde simplemente les queda recordar machaconamente los éxitos de Cs en el gobierno de la Junta que se apunta el PP. De paso trasladan que siguen vivos y elegibles el 19J. Para que hayan tenido que recurrir a aparecer junto al ‘banquero de Susana’, denota que la cosa no quedará por ellos y que buscarán votos hasta debajo de las piedras, incluso en los contenedores.