Todo encaja para el adelanto andaluz

Si alguien tiene alguna duda de que el Presidente Juan M. Moreno va a adelantar (creo que más pronto que tarde) las elecciones andaluzas, por supuesto que por un interés personal y de su partido, aquí van algunas claves, que son tan evidentes como manidas, para despejar esas dudas a los incrédulos.

La primera, que ya he anticipado, es que la decisión va a depender, como es lógico…,  exclusivamente de su interés personal es decir de cuando le sea más favorable para tener más probabilidades de ganar y seguir gobernando. Y eso, como es lógico…, nunca nos lo dirá.

La segunda es que tiene actualmente un panorama muy propicio, con un partido socialista andaluz en plena regeneración, con lo cual sería el peor momento para que dicho partido pueda obtener unos buenos resultados electorales.

La tercera, con un partido de co-gobierno, Ciudadanos, en plena descomposición final, con lo cual tiene un amplio espacio para ocupar y complementar los escasos votos que obtuvo en las anteriores elecciones, los peores de su historia.

La cuarta, la exigencia de elecciones y la agresiva competencia con su principal adversario en espectro ideológico actual, como es v-o-x, al que no le interesa facilitar el espacio electoral común.

La quinta hay que verla en clave nacional: Igual que es muy probable que Ayuso salga hoy reforzada, no solamente en el ámbito autonómico sino de cara a un posible liderazgo futuro a nivel estatal, Moreno Bonilla también querrá jugar ese papel y para lo cual tendría que tener un resultado electoral potente que le permita presentarse como la persona que más votos aporta en España al Partido Popular.

La sexta, que incluso si Ayuso pierde hoy, para él sería todavía un incentivo mayor el obtener unos buenos resultados electorales ahora y convertirse en el referente principal en cuanto al número de votos, a nivel nacional. Por tanto pierda o gane Ayuso él tiene motivos sobrados para adelantar ya las elecciones, antes de que a nivel estatal se consolide una alternativa a su minusvalorado líder.

La séptima, también en clave nacional, incluso a Pablo Casado le vendría muy bien unas elecciones andaluzas con el viento de popa y favorable, porque le permitiría seguir vendiendo que el proyecto estatal socialista se va deteriorando y por el contrario, se va consolidando el del Partido Popular. Igualmente le serviría para cicatrizar los pésimos resultados electorales en Cataluña y País Vasco.

La octava, para colmo, tiene todos los argumentos para justificar ese adelanto electoral: “estamos culminando la superación del COVID”, “necesitamos un nuevo proyecto de regeneración y de relanzamiento de Andalucía con más fuerza”, “van a venir fondos adicionales que conviene administrarlos de una forma más eficaz”, “ya hemos demostrado que podemos gobernar mejor y por tanto ahora vamos a aplicar todas las políticas con mayor intensidad”, etc. etc. etc.

Y si alguien cree que va a respetar el acuerdo de culminar los 4 años de mandato, que ya solo se encarga de recordar el vicepresidente Marin( como principal damnificado ante este adelanto electoral) es que entiende muy poco de política.

El propio mensaje de anticipo que entre líneas lanzó ayer Juan M. Moreno en su declaraciones, apuntan y van preparando el camino que más pronto que tarde va a recorrer.