Yo creo en otra política
No Susana, ya no puedo creerme nada de ti. Y si te estás moviendo por los pueblos es exclusivamente para recabar apoyos orgánicos.
A propósito de este artículo de Susana Díaz
Creo en la política útil y cercana. Un trabajo que nace escuchando a la gente, atendiendo y entendiendo sus problemas, y que termina intentando solucionarlos.
La pandemia ha alejado a los políticos un poco más de la ciudadanía a la que servimos y representamos. Y creo que ese puente debe ser restaurado con urgencia para mantener el sentido primordial de la actividad política: su utilidad.
40 pueblos y ciudades andaluzas he recorrido en el último mes para conocer de primera mano, cara a cara, los problemas reales que la pandemia ha provocado en nuestra comunidad.
Con la prudencia a la que nos obliga el Covid-19, he hablado con comerciantes, hosteleros, agricultores, alcaldes, alcaldesas, concejales, vecinos, jóvenes, mayores…En todos he sentido el dolor por el sufrimiento y la incertidumbre padecidas, pero también la esperanza de que pronto superaremos esta crisis.
La pandemia ha agrandado problemas de siempre y ha generado nuevas dificultades y también nuevas oportunidades. Si ya antes era importante contar con una amplia red de centros de salud y hospitales públicos capaces de atender de manera digna a toda la población, ahora esa necesidad es vital.
Voy a seguir recorriendo Andalucía. Para mí es una obligación conocer sus problemas y un honor poder ayudar a solucionarlos.
Mientras otros pierden el tiempo en la pelea política y en los actos protocolarios, yo apuesto por estar con la gente.
SUSANA DÍAZ.
Un artículo muy a tono con el estilo de Susana: por lo visto por debajo de ella, las estructuras provinciales, los secretarios componentes de las ejecutivas regional y provinciales, las estructuras locales y los militantes no pintamos nada.
Tiene que ser ella la que se reúna personalmente con la gente para saber lo que piensa: Ella y solo ella…
Ese es el modelo en el que yo no puedo creer. Esa acumulación y sobrerepresentación que para mí no me dice nada más que una ambición desmedida.
Si tanto le preocupan los problemas de la gente durante la pandemia, ¿por qué ha esperado un año para empezar a reunirse con los supuestos damnificados?. Si algo le preocupáramos los militantes, ¿por qué ha propiciado y permitido que estén las Casas del Pueblo cerradas, no solo ahora sino mucho antes de la pandemia, sin cumplirse los estatutos que ahora quiere convertir ella en «el paladín de su fe»?.
Ahora quiere proclamarse «la candidata de la militancia», cuando hay dos hechos que la identifican claramente: las movidas que usó para dirigir el PSOE, exclusivamente con los 17 barones y baronesas, sin que pintáramos nada los militantes. Y las movidas que ha hecho cada vez que ha habido un congreso regional, para evitar tener que someterse a unas votaciones en primarias: porque nunca ha creído en la militancia.
No Susana, ya no puedo creerme nada de ti. Absolutamente nada.
Y si te estás moviendo por los pueblos es exclusivamente para recabar apoyos orgánicos. Que ya te conocemos.
Hay algo peor que pretender el apoyo de los militantes: es pretender que los militantes seamos tontos. Y ya somos mayorcitos.
Susana: Tu tiempo ha pasado. Fuiste valiosa, pero todo tiene su vigencia… Y esta vez no tendrás armas orgánicas para derrotar a la voluntad de la militancia.