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11M, venganza contra España

Las teorías conspirativas no llevaban a ninguna parte y los máximos responsables de PP, PSOE y la seguridad del Estado lo sabían. “Razones de Estado” imponían silencio sobre la verdad.

 

En octubre de 2001 Marruecos retira a su embajador en España llamándolo a consultas por tiempo indefinido. Según la portavoz del Gobierno marroquí, Mina Tounsi, era debido a “cierto número de actitudes y posiciones de España que conciernen a Marruecos”. El 11 de julio de 2002, seis gendarmes de la Gendarmería Real de Marruecos desembarcan en la isla de Perejil. La patrullera de la Guardia Civil que se acerca es amenazada con los fusiles AK-47 que llevaban. El 16 de julio Marruecos reemplaza a los gendarmes por soldados de Infantería de la Armada. Ante el riesgo de que establezcan una base militar permanente el día 17 soldados españoles asaltan Perejil, reducen a las tropas marroquíes y los entregan a la Guardia Civil, que los devuelve a Marruecos. Una humillación internacional para el Estado vecino y su Monarquía.

 

El 20 de marzo de 2003 Estados Unidos, tras los atentados del 11S de 2001, inicia la invasión de Irak acusando a Saddam Husseim de tener armas de destrucción masiva (lo que se demostró falso) y de apoyar el terrorismo. Fue apoyado por Reino Unido, España, Portugal, Australia y Polonia, entre otros. Rusia y China se opusieron y también países europeos como Alemania, Francia y Bélgica. España se convirtió en aliado principal de Estados Unidos en la UE, junto con Reino Unido, asumiendo un papel protagonista en la derrota diplomática de Francia y Alemania.

 

“Y si fuese así como tú dices ¿qué podíamos hacer, declarar la guerra a Marruecos y Francia?”

 

El 11 de marzo de 2004, atentado en Madrid. Hubo distintas teorías conspirativas del asunto que no eran ciertas y se toleraron como cortina de humo. El conocimiento de las razones de política internacional que provocaron el atentado podría abrir una crisis de imprevisibles consecuencias para España con los vecinos del Sur y del Norte. Culpar a ETA, CNI, PSOE y policías no tenía ninguna posibilidad de demostrarse porque era falso. Los policías implicados serían socialistas, claro; me citaron varias veces con nombre y apellidos como miembro de la trama socialista/terrorista por ser en la fecha secretario general del sindicato policial mayoritario y combatir la falsa teoría. El 11M Fue un atentado islamista cometido por islamistas sobre el que no se profundizó, por decisión política, respecto a quienes movieron los hilos y lo planificaron o permitieron. Desde la falsa reivindicación por un grupo terrorista que nunca existió, hasta la razón por la que Jamal Ahmidan, “el Chino”, no fue aceptado por Marruecos cuando se le expulsó desde el CIE de Aluche más de un año antes de cometerse los atentados. “El Chino” permaneció ilegalmente en España estando acreditado que era marroquí hasta morir en el piso de Leganés. Las teorías conspirativas no llevaban a ninguna parte y los máximos responsables de PP, PSOE y la seguridad del Estado lo sabían. “Razones de Estado” imponían silencio sobre la verdad. Llamaba la atención que Zapatero, presidente del Gobierno hostigado con dicha teoría, mantuviera estrechísimas relaciones y confidencias con Pedro J. Ramírez, entonces director de El Mundo que aventaba dicha teoría.

 

Un alto cargo de Interior durante el 11M, del PP, a quien expuse años después en una comida a solas la posible implicación por acción y omisión de los servicios secretos de Marruecos y Francia en los atentados, unos por la humillación de Perejil y otros por el desplazamiento internacional que sufrieron al apoyar el Gobierno de España la invasión de Irak, tras una larga pausa me respondió con otra pregunta “Y si fuese así como tú dices ¿qué podíamos hacer, declarar la guerra a Marruecos y Francia?” La pregunta hoy es: ¿merece la sociedad española conocer la verdad?