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Adiós a Manolo Bordallo, nos deja su palabra y su ejemplo

La muerte esta semana de uno de los fundadores del Grupo Gallo de Vidrio, colaborador de Confidencial Andaluz, deja una huella imborrable en la cultura popular andaluza.

El último artículo de Manolo

Por Pepe Fernández

A principios de año nos planteamos abrir el abanico de colaboradores en Confidencial Andaluz. Fue mi amigo y compañero José Manuel García quien me habló de la posibilidad de contar con varios nombres y entre ellos me habló de una posible colaboración semanal de Manolo Bordallo, un nombre que me sonaba y mucho de aquellos aventureros que agitaron la vida cultural de Sevilla a través del Grupo Gallo de Vidrio en décadas pasadas, cuando los libros eran considerados objeto de delito.

Fue cuando conocí a Manolo (y a Toñi), en el transcurso de un “café” que se me antojó demasiado corto pese a durar más de hora y media de charla. Me pareció un hombre de una personalidad desbordante, cercano, humilde, un tipo normal que decía lo que pensaba sin cortarse un pelo. El capítulo relacionado con la religión fue, sin duda, el más extenso, sin olvidar en esas calendas los efectos de un gobierno del PP carcomido por la corrupción, defendiéndose con la Ley Mordaza.

Así, los lectores de este digital, pudieron disfrutar a partir del mes de marzo de unos textos singulares, sinceros, actuales y valientes, pero sobre todo honestos de alguien que aún tenía muchas cosas que decir en la vida.

Pasaron artículos y semanas hasta que el propio Manolo me hizo partícipe de su jodido estado de salud. No mencionó la palabra cáncer, pero con solo enumerar efectos y tratamientos, no hizo falta aportar más detalles. Fue cuando Manolo dejó de escribir, aunque me hacía llegar comentarios puntuales sobre artículos que se iban publicando y de los que le dábamos cuenta a través de nuestra lista de distribución de titulares. Algunos les gustaban y los aplaudía, otros los criticaba porque no los compartía, aunque siempre entendió que un medio plural debe dar cabida a todo tipo de opiniones. “A mí tampoco me ha gustado ese artículo Manolo” le escribí en respuesta a uno de sus correos a cuenta de la sentencia de La Manada.

El 23 de junio el correo electrónico trajo una buena noticia remitida por “Manolo Aljarafe”: “Por fin me he animado a mandarte algo, Pepe.Enhorabuena por esa «redacción” y la generalidad, aunque todavía algún facha quiera anularnos…”

El artículo se titula “Podemos, o barbarie”

 

¡PODEMOS, O BARBARIE!

¿No ha quedado claro a lo largo del s. XX que no queremos a los pobres?

Ni líderes de masas, ni revoluciones de los de abajo, ni teóricos populistas que expliquen cómo cambiar el sistema, ni “¡El pueblo unido jamás será vencido!”

Tenemos armas suficientes para controlar el mundo, y para hacer que se eliminen los pueblos más inútiles, unos tras otros.

Producimos lo que queremos, para quienes queremos, y no vamos a producir para quienes no queremos.

Tenemos prácticamente todos los metales preciosos, las riquezas y las materias primas del mundo, convertidas en papel moneda en nuestros bancos y paraísos.

Organizamos la sanidad, la educación y la cultura; el papel de las mujeres, la infancia, la vejez y las migraciones en cada rincón del planeta.

¡¡Y si hace falta le enseñaremos a votar a griegos, italianos, españoles y portugueses!!

¡Y no vamos a cambiar nuestro sistema por nada!

¡¡Porque es el mejor!!

Y si somos los ricos es porque Dios nos bendice.

¡¡A por ellos, oé! ¡¡ A por ellos oéee!!

Manolo Bordallo

23-VI-18

 

 

Manuel Bordallo en Gallo de Vidrio

Nacido en Sevilla en 1945 y maestro de profesión, Manolo Bordallo fue uno de los padres de Gallo de Vidrio y miembro del mismo, desde su fundación en 1972 hasta 1975. En la corriente de la poesía social, paralela a otras sensibilidades de otros compañeros, perteneció al primer Consejo de Redacción de la revista del Gallo que no cesa, como diría Miguel Hernández. Su presencia más significativa tuvo lugar el segundo semestre de 1972, del 10 de junio al 21 de diciembre. En las reuniones del 27 de junio, 17 de julio, 7 de agosto, 10 de octubre, 25 de noviembre, 9 de diciembre, etc., con su palabra vibrante, presentó propuestas del mayor interés.

 

Haciendo suya la idea de Gabriel Celaya, de la poesía como arma cargada de futuro, expuso sus puntos de vista en una serie de artículos en su línea de pensamiento, moderó mesas redondas a favor del patrimonio común de la humanidad, tomó parte en recitales y exposiciones de poemas en apoyo de los trabajadores, intervino en defensa de los jornaleros en alguna asociación de vecinos y población de la provincia, fue citado más de 25 veces en las publicaciones del Ave Noble y, en 1973, figuró en el libro Azulejos, núm. 1 de la Colección «Algo Nuestro».

 

Con su tiempo precioso, modestas aportaciones económicas y escritos esclarecedores, hizo valer su compromiso con el pueblo, enfrentándose a los causantes de desigualdades. Junto a los de sus amigos, su nombre apareció en El Correo de Andalucía, Don Bosco en España, El Adalid Seráfico y el diario de la tarde Sevilla. Contribuyó a la renovación del anquilosado panorama poético de la ciudad, emprendida por la dinámica Asociación Vigilante y Trasparente. Manolo jugó un papel importante, por ejemplo en el homenaje a Blas de Otero en Triana el 2 de abril de dicho año. A partir de ese momento, se le nombra poco y, desde 1975 en adelante apenas se le cita de pasada.

 

Desde los últimos años de la Dictadura, se fue decantando por plataformas subversivas y se adscribió estrictamente a la política partidaria clandestina. Entregado a los movimientos asamblearios de la izquierda radical, se manifestó exigiendo libertad de expresión, protestó por las represiones y reivindicó los derechos de la ciudadanía e igualdad de oportunidades. Su afán era la trasformación de España, en especial por la modernización de la Enseñanza exenta de academicismos, crítica, liberadora, dignificada con una didáctica nueva, basada en la idiosincrasia andaluza.

 

Ejerció su cometido en colegios e institutos de nuestra provincia, y llevó a cabo iniciativas de progreso educativo no siempre comprendidas. La falta del sosiego necesario para la práctica de la creación artística, mermó bastante sus inquietudes literarias. Por suerte, ya jubilado, pero no de sus principios, en 2006 recuperó la aplazada dedicación a las tareas culturales.

 

Aficionado al teatro, Manolo ejerció de cómico en algunos programas de Canal Sur Televisión, fundó OMBÚ cuentacuentos, se alineó con el teatro de denuncia de los abusos de los que detentan el poder en beneficio propio y, con artilugios humorísticos de su propia cosecha, organiza escenificaciones de textos iberoamericanos de clara intencionalidad. En 2012, en el «Cuarentenario» de Gallo de Vidrio, fue muy aplaudido por su espectáculo en la Universidad de Sevilla al mismo dedicado. El libro Azotea de la calle Redes, conmemorativo de la efeméride, le dedicó un capítulo. Finalmente, este año 2017, ha representado magistralmente, con Benito Mostaza, una pieza cómica muy celebrada por el numeroso público asistente.

 

Así, pues, coherente con la propia mentalidad, Manolo Bordallo, miembro histórico de Gallo de Vidrio, no ha cejado nunca en su propósito de mejorar el mundo con todos los recursos a su alcance. Luchando por la necesaria nivelación del género humano, ha abrazado, con generosidad, valentía y amor, cuantas causas perdidas le han salido al paso. Su obra literaria, no muy extensa, es una prueba evidente de su nobleza de hombre de bien.

 

J. M. G, octubre-2017

 

La bandera del Capitán

José Manuel García-Otero, octubre-2017

 

Le vi un día de hace mucho: lucía peleón un flequillo Paul McCartney, la frente patricia y esa peculiar nariz de águila desafiante. Deambulaba por los pasillos del colegio con las prisas de un arcabucero en el fragor de una batalla de la Guerra de los Cien Años. Yo andaba por tercero de bachiller y trataba de sortear torpemente las trampas vietnamitas que me tendían las matemáticas o las emboscadas de unas físicas tan traidoras que parecía que aquel esmirriado profesor que las impartía era un primo de Judas Iscariote con las patillas bandoleras del Tempranillo. Lo mío era el fútbol, las letras y los sueños.

Tres años más arriba, con la fiebre de aquellos días arañando las entrañas del más dormido, el destino volvió a colocar a Manolo Bordallo en mi escalera. Reactivó mi sangre de poeta y, sobre todo, me mostró el lado oculto de la vida.

 

Paseábamos por barrios que nunca salían en el NO-DO, gente que miraba con ojos tan llenos de esperanza, que salían alas a nuestros versos y nuestros corazones arrancaban alambradas.

Tú andabas en aquellas trincheras y yo inundaba mi vida de carreras alocadas, sonetos de Miguel Hernández y pensamientos de Lenin. Me gustaba tu mirada llena de luz y tan acogedora como una chimenea en el campo, un alma que, como decía Bécquer, “hablar puede con los ojos y también puede besar con la mirada”.

Han pasado los años y ahí estás, Manolo Bordallo, con la mirada llena de lunas. Por ahí estás, hermano, enarbolando banderas de humanidad y ensartando carroñeros. Luz para ti, campeón de la generosidad, CAPITÁN DE LA BUENA GENTE.

 

 

Su obra, su legado, sus cosas

 

Mi vida es puro teatro

 

Querido Gustavo Adolfo:

Fue otro célebre escritor de doble nombre, Jorge Luis Borges, el que nos dijo que todos los tiempos son malos para la lírica…

Pero probablemente es igual de cierto lo contrario: los senderos de la poesía se bifurcan y se entrometen por doquier, y así en la Sevilla de hoy te podrías encontrar siempre rodeado de una pléyade de jóvenes poetas que de una u otra manera son herederos tuyos…

Por cierto que entre esta legión minoritaria de poetas hay tantas mujeres, o más, que varones, y a ellas les gusta ahora llamarse también poetas, que lo de poetisa se había considerado durante demasiado tiempo como de menor rango…

Creo que las poetas de hoy ya no se desmayan de amor con tus rimas, como las jóvenes que están al pie de tu estatua en el Parque de María Luisa, porque ese ha sido el estereotipo en que te ha encerrado la Sevilla oficial, que convierte la literatura en folclore, cerrándose a todo progreso.

Yo quiero alabar, hoy aquí, tu vida y pensamiento contradictorio entre sentimiento e inteligencia, aristocracia y pueblo, sueño y razón, mujer ideal y mujer carnal, la recuperación del pasado y el avance hacia lo nuevo. Y, aunque no es mi postura, quiero anotar cómo supiste mezclar tu ideología política conservadora con ideas progresistas y filantrópicas.

Y te quiero felicitar desde la distancia por “la más terrible sátira nunca hecha contra el Poder”, que realizaste con tu hermano Valeriano, titulada “Los Borbones en pelotas”, porque supiste poner en práctica aquella receta del gran poeta y filósofo, señor de Voltaire: “A partir de ahora, debo ocuparme de la locura del mundo, de sus injusticias, de los abusos de los poderosos y de los intolerantes, de la maldad de los hombres, del silencio de Dios”, que ya unos cuantos habían practicado antes, y otros tantos habéis seguido después.

Culto y popular, piano y guitarra (como Federico después y Luigi hoy entre nosotros), invoco tu nombre para que nos ayudes a denunciar, no sólo la conversión del romanticismo en una palabra tópica para fomentar el negocio de productos de belleza, sino la gran estafa social que estamos viviendo los paganos de a pie a manos de unos cuantos privilegiados que, como los Borbones de tu época, han perdido el norte, porque han puesto la acumulación de dinero por encima de los intereses de las personas, y la desconfianza, en vez de la colaboración, cunde entre todos nosotros…

A ti te estereotiparon, a Federico lo asesinaron, Luigi ha tenido que autoexiliarse… aunque de cuando en cuando viene por aquí: parece que vamos avanzando.

 

Manolo Bordallo, 19-diciembre-2012

 

 

Lo que yo haría

Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse. G. Celaya

 

Acabo de leer la noticia: dos jóvenes (18 él, 17 ella) han sido arrestados por besarse a las 6 de la tarde en la Plaza Mayor de Cáceres. No criticaré: voy a concretar qué haría yo.

 

Primero, comunicar a mis amigos y amigas, encargándoles de avisar a los suyos respectivos, que durante una semana se citaran a las 6 de la tarde en punto, para besarse por parejas a más y mejor. No podrían encerrarnos a todos, no habría sitio.

 

Viéndonos durante siete días consecutivos, nos conoceríamos más. Al saber que tenemos una serie de ideas y sentimientos comunes, que somos bastantes, tendríamos una fuerza que sólo conocen los que han participado en manifestaciones contra los abusos de autoridad.

 

En esos días, por grupos de conocidos, surgiría la conciencia de club, de un centro joven con tal cura y cual maestro para tranquilidad del sector maduro-senil.

 

En poco tiempo, nacería un estado de inquietud colectiva, con los problemas a la luz del día. Sería el momento, con toda la carne en el asador, de hacer algo. No se podría desaprovechar.

 

La gente con visión de futuro, aglutinando a los jóvenes sin miramientos de estratos sociales, la emprendería con la limpieza de las calles, blanqueo de las casas… que prosperaran las iniciativas. La limpieza educa. El trato crea optimismo.

 

Habrían cambiado las relaciones de los miembros de la comunidad.

 

El Centro Juvenil prosperaría con el cinefórum, teatros, fiestas populares, biblioteca, charlas, excursiones, obras del espíritu común animador. Inoculando este espíritu, sin caer en el tópico, nacerían mil y una formas de expresión.

 

Luego, desde arriba y desde abajo, un planteamiento crítico para examinar la función de la empresa, de la escuela, de la Iglesia, de la alcaldía, conforme al fin de máximo beneficio para todos, para los más alejados, los más pobres. El interés por los arrabales, las chozas, la gente del campo, la colaboración en sacar recursos de la comarca… todo uniría.

 

Yo haría todo lo que fomentara el espíritu de colaboración.

 

Manolo Bordallo, 27-junio-1972

 

 

 

Patochadas en Patilandia

(Patoso entra andando al ritmo del Badabadún badún badero, tarareándolo con el cua-cua…; Patilla está aterrizando (silbido) y haciendo su cua-cua…asustada)

 

A.- ¡Paso, Patoso, que me la pego! ¡Que hay muy poca agua en este charco!

 

O.- (Silbido de ¡vaya gachí!, chulito y despacioso; con falso amor): ¡Te quiero, Patilla! Cua-cua…

 

A.- (Despectiva): Tararí, tararí, tararí-tararí No empieces ya, ¿eh, Patoso? Porque eso se lo dices a todas, ¿no?

 

O.- (Zalamero): No, sólo se lo digo a las guapas como tú. ¡Cuaaaaaaaaaaa!

 

A.- ¡Ya tenemos aquí al típico y tópico machista ibérico, ¿no? ¡Viejo verde!

 

O.- ¿Entonces qué le dice un pato a una pata?

 

A.- Pues se pueden decir muchas cosas…

 

O.- ¡Estamos empatados! ¡Cua…cua…!

 

A.- Y vamos a ver: ¿A ti qué te deja patidifuso?

 

O.- ¿Eso qué es?

 

A.- Patidifuso, patitieso…

 

O.- ¡El que hagan con nosotros paté de pato! (Llorando): Cua-a-a-a

 

A.- Bueno, vamos a dejar de llorar, ¿no?

 

O.- ¡Vale! ¡Mira, te he hecho una sevillana que te voy a “cantá”, que estoy hoy folclórica!

 

(A canta y los dos bailan)

 

Me casé con un patoso, salerito, Pa “jartarme” de reí, ¡ole ahí, ese pato que va ahí! Pero tuve mala pata (bis) pero tuve mala pata y lo puse de patitas en la calle, ¡ole ahí, ese pato que va ahí!

 

O.- ¡Epatante, patético, patológico!

 

A.- Oye, patoso, ¿tú también sabes caminar a la pata coja?

 

O.- ¡Y cantando! (Va caminando alternativamente a la pata coja y cantando “Los patitos”) Y tú, ¿sabes echar las patas por alto?

 

A.- ¡Claro! (Lo hace)

 

O.- Oye, Patilla, ¿Estás viendo como yo esa patulea de gente?

 

A.- ¡Uy, es verdad! Tendríamos que ir terminando, antes que le dé un patatús…

 

O.- ¡Vamos a demostrarle nuestras cualidades para la música clásica!

 

(Silbando)

 

Granada, tierra soñada por mí / mi cantar se vuelve gitano / cuando es para ti…

 

A.- ¡Menos mal que no hemos metido demasiado la pata!

 

O.- ¡Vámonos, antes que estiremos la pata!…

 

(Saludan y se van).

 

Manolo Bordallo, año 1997

 

Manolo Bordallo, osado e irreverente amor humano


Imágenes y artículos extraídos de la Colección Los Pliegos Transparentes editado en 2107 por Gallo de Vidrio, (Miguel Ángel Villar, Benito Mostaza, Carmen Arjona, Isaac Priero, Ramón Reig, José Matías Gil y Ángel F. Sánchez Escobar). www.gallodevidrio.com, Colección Los Pliegos Trasparentes de Gallo de Vidrio, nº 19. Ilustración embocadura del teatro: Meña Morilla. Diseño y maquetación: Abel Martín Sevilla, otoño de 2017, cuarenta y cinco aniversario de Gallo de Vidrio.

 

Preguntas de un bufón sobre la España de hoy

 

Delendum est


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