Al fin lo he comprendido, me ha costado, lo reconozco. He luchado demasiado tiempo contra la idea que me rondaba estos últimos meses, pero la realidad es tozuda, me ha ganado y no me queda más remedio que aceptarla.
Hemos perdido, ya no somos la sombra de lo que fuimos. Nuestro compromiso, la decencia, la transgresión en el discurso, el respeto a las reglas de juego, la libertad. Todo lo que fuimos lo hemos perdido. Generaciones de jóvenes y mayores, todo un país al que fuimos capaces de encandilar, un país que quiso creer en un proyecto de centro derecha reformista, y completar el circulo de la transición democrática. La sociedad civil se vio reflejada en nuestros valores. Los hemos vendido por treinta míseras monedas. Los que dábamos ejemplo a diario en los medios no hemos superado la prueba del algodón. Todo y todos nos hemos visto salpicados por la corrupción. Nuestro ADN está infectado y cómo lo solucionamos, con humo y la teoría del y tú más.
Nosotros nos hemos vendido al mejor postor: Gúrtel, Valencia, Madrid, Barcenas, y así hasta meterle fuego a los discos duros de Bárcenas en la sede de Génova, en directo o en diferido.
No hay sector juvenil, académico, profesional o docente que nos crea. Esta es la verdad, nosotros nos hemos vendido al mejor postor: Gúrtel, Valencia, Madrid, Barcenas, y así hasta meterle fuego a los discos duros de Bárcenas en la sede de Génova, en directo o en diferido.¿ Pero alguien nos trata a los españoles por imbéciles?
Hemos rayado el ridículo, los simpatizantes y militantes hemos sentido vergüenza de nuestros líderes. Es difícil con este panorama enfrentarnos a nuestros compromisos más inmediatos.
LA solución no ha sido regeneración, ni buscar a los mejores. Abrir las heridas de la corrupción, sanear y extirpar. La solución ha sido dejar en nuestras entrañas la infección y esperar a que nos pudriéramos.
La solución ha sido buscar mediocres, perfiles blandos, poco curtidos en lo profesional y en la sociedad civil. Hemos alimentado a la bestia y nos ha devorado.
Estamos en la recta final de un proceso que nos llevará al abismo. Las políticas de los sorayos se pagarán primero en Cataluña. ¿Podríamos haber actuado de otra forma? Sí, pero ya es tarde. Supongo que los Gurús de Moncloa, estarán buscando titulares para el día después. Nos están llevando a las más altas cotas de miseria política.
Y en la cúspide de semejante galimatías tu elegido, el ungido por el sorayismo, como el maná que nos traerá el camino hacia la tierra prometida: Llamadme Juanma.
El segundo hito sucederá en marzo de 2019 con ocasión de las andaluzas. ¿Y ahora qué Soraya? ¿Qué hacemos con Llamadme Juanma? Vendemos que 30-35 parlamentarios será un buen resultado para el cambio. Te sobrara balcón.
El problema no son los resultados, que serán, salvo milagro. El problema es mayor, es un problema endógeno. Estructuras provinciales, partidas, divididas, luchas fratricidas bajo las alfombras, líderes provinciales sin ritmo ni rumbo. Vicesecretarios que no dan la talla de extras en una comedia española. Y en la cúspide de semejante galimatías tu elegido, el ungido por el sorayismo, como el maná que nos traerá el camino hacia la tierra prometida: Llamadme Juanma.
De Andalucía, del Partido Popular andaluz y su líder y liderzuelos ya lo hemos contado todo o casi todo. Alguna sorpresa nos queda, pero para más adelante.
Finalmente las municipales serán la antesala de una dura derrota en la Generales, y digo dura, no porque gane el socialismo. El auténtico descalabro será el trasvase de votos del Partido Popular, envejecido y manchado de corrupción.
Hace tiempo que los nostálgicos, los que ya gastamos canas, estamos en el Postmorenismo. Después de habernos cargado varias generaciones de líderes jóvenes, ya no tenemos nada en el horizonte. O lo que es peor jóvenes de NNGG a 3.000€ sin haber tocado bola y a los hechos me remito, sólo hay que echarle un vistazo a la prensa andaluza para ver como amigos, cargos y familiares cobraban sueldos de alta dirección sin que jamás pusieran un pie en su trabajo. Me cuentan que aún quedan algunos escondidos por ahí. De poco trabajo y mucho morro. La mochila empieza a ser pesada.
Finalmente las municipales serán la antesala de una dura derrota en la Generales, y digo dura, no porque gane el socialismo. El auténtico descalabro será el trasvase de votos del Partido Popular, envejecido y manchado de corrupción en sólo 40 años, hacia lo que la sociedad civil está demandando. Nuestro entorno cultural, económico, social o ideológico más próximo ven en Cs la solución. Se maneja un discurso regenerador, abierto, libre, provocador, inteligente. Un partido lleno de aire nuevo, lleno de profesionales que vienen de fuera de la política. Gentes que aún tienen que demostrar que saben gestionar y tienes olfato de serpiente contra la corrupción. Un partido que en los próximos meses debe curarse de algunos nombres que restan más que suman. Me consta que Rivera lo sabe y sabrá cómo gestionarlo.
La caída en votos el día 21 y el sorpaso en Andalucía será clave para que Cs aglutine bajo sus siglas a la mayor parte de la sociedad civil que sólo quiere una cosa: QUE LOS GOBIERNE LOS MEJORES.