The news is by your side.

Bendodo, González Pons, Feijóo 0- Puigdemont 1

El Santo Evangelio nos enseñó a quienes lo oíamos los domingos por lo menos que nada hay oculto que no se vaya a saber y que la luz no debía ocultarse tapada por el almud.

Ahora resulta que estos tres políticos, presuntos engañadores pagados con fondos públicos, que han puesto a apear de un burro a Pedro Sánchez, llamándole de todo menos bonito, han estado hablando con Carles Puigdemont para lograr colocarse en La Moncloa y aledaños a cambio de garantizarle el indulto y no hablar de terrorismo. Tres eran tres los adivinos del PP. ¿Y Cuca y la Marquesa y las vicesecretarias de cuota? ¿Y Ayuso, la ocultadora de actas policiales?. Auguraban la desaparición de la España inmortal, la debacle de la economía hecha unos zorros gracias al equipo ministerial del terrorífico gobierno comunista y de las JUNTS, la venta de la Patria al independentismo catalán y el gobierno de la misma Patria entregado a un fugado de la Justicia y encima de Girona, se entrevistaban con el tal Carles de Waterloo para proponerle que acepte venirse para acá con indulto garantizado si votaba al ingenioso fijodalgo Nuñez Feijóo como ocupante de La Moncloa que era lo que había pedido a los Reyes Magos, que no eran Borbón, sino magos del común oriental. Como los hutís del Yemen pero sin subfusiles,

El Santo Evangelio nos enseñó a quienes lo oíamos los domingos por lo menos que nada hay oculto que no se vaya a saber y que la luz no debía ocultarse tapada por el almud. Y ahora Puigdemont, independentista, y vaya usted a saber si tiene religión, escribe lo mismo a los eurodiputados catalanes. Todo se sabrá, todo se dará a conocer. E inmediatamente Bedondo, que da lecciones de españolidad y patroptismo a diestro y siniestro, sale a contar lo que él hablo con el fugado en Flandes. Y Gonzalez Pons muy atildado y dependiente de lo que hablan los demás que le encargaron la encomienda. Y Núñez Feijóo aclaró que él tardó 24 horas en aclararse y poner en su sitio al profugo, al cual querían batanear.

Estamos a la espera de lo que cuente Puigdemont cuando le venga bien narrar lo que todo deba saberse. Entonces oiremos el llanto y el rechinar los dientes y nos inundaran torrentes de lagrimas vertidas por los tres mosqueteros del PP. ¿Y D’Artagnan?. Espera en la Puerta del Sol a que caigan tres diputados gallegos en las redes de Pontón.