The news is by your side.

El Rey desnudo duerme en Vitoria

Suarez, Calvo Sotelo, Gonzalez, Aznar, Zapatero y Rajoy ejercieron sus funciones siendo jefe del Estado Juan Carlos de Borbón, designado sucesor por el general Franco.

Suarez, Calvo Sotelo, Gonzalez, Aznar, Zapatero, Rajoy y Sanchez. Siete presidentes de gobiernos parlamentarios. Suarez, Calvo Sotelo, Gonzalez, Aznar, Zapatero y Rajoy ejercieron sus funciones siendo jefe del Estado el rey don Juan Carlos de Borbón y Borbón, designado sucesor del general Franco a título de rey. Durante el mandato de Rajoy, se produjo la abdicación de don Juan Carlos en su hijo y heredero dinástico el actual rey, Felipe VI. Suarez, Calvo Sotelo, Gonzalez, Aznar, Zapatero y Rajoy juraron o prometieron lealtad al rey y cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes. 

Don Juan Carlos I, fue educado política y cívicamente – o sea moral cívica – por el Generalísimo Franco, cuyo concepto de la moral política era el de un dictador militar patrimonializador del Estado y decisorio de sus actitudes de las cuales respondería en todo caso ante la Historia y, en el supuesto de existir, ante Dios Todopoderoso. Suarez, Calvo Sotelo, Aznar, Zapatero y Rajoy aceptaron ejercer sus funciones con ese rey impuesto, guste o no, por el general Franco y los aparatos del Estado que no han sido modificados sustancialmente pues siguen en manos del alto funcionariado que pasa de lo público a lo privado con la misma libertad y descaro en no pocas ocasiones que los validos de los Austrias y de los Borbones de los siglos XVIII, XIX y XX. 

Los poderes legales del jefe del Estado en las épocas de los seis primeros presidentes de gobiernos constitucionales no se correspondían con los poderes reales del rey heredero del totum atado y bien atado testamentario de don Francisco Franco Bahamonde. Una cosa son las formalidades protocolarías de cara a la galería y al pueblo aplaudidor y otra muy distinta lo que está en manos de hacer o no hacer de quienes tienen decisión sobre una parte pequeña del poder. Lo podría certificar el general Sabino Fernández.

Cuando comenzaron las aventuras financieras, amicales, eróticas y afectivas del rey don Juan Carlos I, los presidentes, vicepresidentes y ministros de Defensa e Interior procedieron como maestros nacionales de escuelas graduadas, considerando a los españoles como gilipoyas de libro, ocultando para el exclusivo círculo que creía tener el control del poder, lo que escoltas, sirvientes, secretarios, cuartos militares, servicios secretos y demás fontaneros del Estado, al servicio de sí mismos primero y, si encarta, de un difuso bien público después sabían, toleraban y en ocasiones procedían a sacar partido sobre las decisiones del propio monarca y su entorno. Jamás informaron al Congreso de lo que conocían para promover un referéndum sobre la forma de Estado, sin ir más lejos. El pueblo soberano permaneció en el campamento de verano del Frente de Juventudes, mirando las montañas nevadas y contemplando los luceros donde hacían guardia los custodios de la herencia franquista. 

Las finanzas, las amistades, los amoríos y las manipulaciones económicas de acumulación de riqueza y desprecio a su esposa y reina consorte, madre de sus tres hijos, dieron un vuelco ante lo callado y entonces publicado y conocido a diestro y siniestro, obligando a que la hipocresía de sus familiares de políticos y militares, policías y periodistas corrieran a desnudar al rey como si una persona única y con una vida controlada por miles de ojos, informes, contra vigilancias, servicios secretos, erario público pudiera haber sostenido tales actividades como un personaje de don Benito Perez Galdos inquilino de un piso en la calle Colon 27. Sin la ceguera negligente o culpable y la colaboración necesaria de familiares, amigos y políticos y funcionarios públicos no se hubiera llevado a cabo los desmanes de don Juan Carlos siendo jefe del Estado, sucesor del general Franco a título de rey, malbaratando el capital de la  monarquía ante el pueblo español. Y robándole de paso, dinero e ilusión.

El rey emérito reside en los Emiratos Árabes Unidos.  La Fiscalía archivó en 2022 definitivamente las tres diligencias por insuficiencia de indicios, prescripción de delito, inviolabilidad o las regularizaciones fiscales que había abierto contra el monarca abdicante. De manera que ya no tiene ninguna causa pendiente en España. Los siete Emiratos Árabes Unidos: Abu Dabi, Dubái, Sharjah, Ajman, Rasal Al Khaimah, Umm al-Quwain y Fujeirah, pese a tener cada uno sus propias legislaciones, en materia fiscal y tributaria son muy similares. El único impuesto sobre las rentas existente en los EAU es el Impuesto sobre Beneficios. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendió en febrero de 2022 en Dubai – cuando don Juan Carlos residía allí dos años – una «asociación estratégica» con Emiratos Árabes Unidos que permitirá aumentar las inversiones de este país en España Las inversiones totales de EAU en nuestro país alcanzaron aproximadamente los 3.800 millones de dólares a finales de 2021. Para 2022 las inversiones qataríes en España aumentarán en 5.000 millones de dólares (4.720 millones de euros). 

Los golpes de pecho de la  Casa Real y de políticos y autoridades y de escribidores de pluma o teclado y comunicadores de la voz de su amo por las venidas del anciano exiliado en EAU, son la muestra más clamorosa de la  estulticia hipócrita y malvada de una sociedad que hace decenios que prefiere ser dirigida a coger las riendas de su vida y exigir honestidad publica a las derechas, las ultraderechas, el PSOE, la izquierda y las ultrasizquierdas y libertad sin que lo engañen un día sí y otro no con lo pinturera que es Ayuso, lo cariñosa que es Diaz y la mala uva de Gamarra, Belarra, Montero y Ariimadas. Mujeres !solo mujeres!.Los hombres de esa estancia del poder , hombres, por desgracia, ya sabemos quienes han sido y quienes son. Hasta Echenique que ha descubierto ahora la pinacoteca de San Jerónimo.