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La actitud criminal de Endesa

En una ola de calor sin precedentes, son numerosos los cortes de luz que se están produciendo en la ciudad de Sevilla y en otros lugares.

 

Nadie puede llevarse a engaño sobre las prioridades de las Eléctricas: maximizar beneficios y minimizar costes. Lo mismo da que estos costes sean humanos. Lo hemos visto otras veces y lo vemos ahora. Especialmente ahora. En una ola de calor sin precedentes, son numerosos los cortes de luz que se están produciendo en la ciudad de Sevilla y en otros lugares. Con una incidencia mayor en los barrios más desfavorecidos. No es una novedad.

Ante la incapacidad de atender una demanda por la que se les paga, Endesa está suspendiendo el suministro eléctrico por la incapacidad de poder hacer frente a dicha demanda. Lo sigue haciendo a pesar de que el Ayuntamiento ya le ha cedido los terrenos necesarios para instalar los nuevos transformadores con mayor potencia, tal y como la empresa ha pedido. 

Lejos de quedarse de brazos cruzados, los vecinos se han puesto manos a la obra. En Su Eminencia se ocupó el Centro Cívico en señal de protesta. Reivindicaciones que poco tienen que ver con la incomodidad que generan las altas temperaturas, sino con las muertes por golpe de calor a causa de la inadecuada refrigeración o los accidentes con aparatos de soporte vital de funcionamiento eléctrico. Por no hablar del deterioro de los alimentos y de la imposibilidad de poder ser funcionales en hogares cada vez más tecnificados. 

Ciertamente, las Eléctricas no perdonan ni una cuando llega la factura. Los ciudadanos tampoco. Las excusas que puedan dar Endesa, el Ayuntamiento o la Junta de Andalucía nunca deben ser aceptadas. Como tampoco lo son cuando los impuestos no pueden pagarse a causa de la anorexia de la economía familiar de los particulares.

Muchos parecen tenerlo claro, por fortuna. Y lo demuestra el hecho de que los principales afectados han rechazado esa chapuza de solución orquestada por el consistorio sevillano de habilitar una suerte de ‘refugios climáticos’ como alternativa, por días, para las personas que no dispongan de medios para climatizar adecuadamente sus hogares. Una burla. Que no ha evitado que los vecinos que han ocupado el Centro Cívico en La Plata lo tengan muy claro: de aquí no nos movemos hasta que lleguen los generadores eléctricos. 

Sin ir más lejos, en algunas zonas de La Candelaria han llegado estar más de 12 horas sin suministro eléctrico. Y no es algo que sólo se esté dando este verano, sino que, en estos barrios, como en otras zonas de Sevilla, es habitual. Sea como fuere, y al margen de las excusas que los responsables puedan poner (como el tema de los enganches ilegales), hay una verdad incontestable: que existan barrios enteros que se expongan a situaciones prolongadas de corte de suministro eléctrico es un hecho criminal. Con unos culpables identificables contra los que se debería actuar judicialmente para exigir las responsabilidades pertinentes. Si eso no se hace, lo que debieran ser hechos puntuales derivarán en situaciones crónicas de desabastecimiento energético, especialmente teniendo en cuenta la que se avecina en Otoño.