La autopista, ¿para cuándo?

Llegaron al gobierno, legítimamente, prometiendo, que iba a ser el gobierno del cambio. Y es la única promesa que han cumplido, que están cumpliendo y me temo, que cumplirán.

Empezaron por ir desmontando suavemente la sanidad pública, la joya de la corona de Andalucía, dejándola morir a base de pegarle, poco a poco, cortes para que se deteriore. Y jugando con la sensibilidad de cualquier enfermo que está dispuesto a dar lo que sea por salvar su vida o la de sus allegados. Eso sí, presumiendo de que “gastan más que nunca en los presupuestos de sanidad”, pero a base de incrementar enormemente los conciertos privados con una sanidad mucho más cara y menos equipada que la sanidad pública. Y para ello, van expulsando del sistema público a miles de sanitarios y presumiendo de inaugurar reiteradamente un hospital, ignorando (¿o no?) que lo valioso e importante es el personal sanitario, y no el ladrillo… Así consiguen el mismo objetivo de dos formas: “ahorrando “ dinero del servicio público, para financiar con él la sanidad privada y deteriorando el servicio público, para que los ciudadanos acepten usar y pagar servicios privados. Dos ejemplos: El espectacular crecimiento de los seguros privados y la eliminación de los productos genéricos de la cartera farmacéutica pública, para alegría de las grandes industrias farmacéuticas…

Después siguieron con los “enchufados” que tanto criticaban. Aprovecharon, miserablemente, la excepcionalidad de la COVID-19 para contratar por la vía de “el primero que lo pille para él”, a sus amigotes, con los famosos e impresentables contratos express, con selección de empleados en horas y sin ningún mérito…¡saltándose todos los principios constitucionales!. Y eso podría entenderse, y aceptarse excepcionalmente, para los sanitarios de primera línea, pero no para puestos tan poco “sanitarios” como, por ejemplo , ingeniero de minas…

Después le ha tocado al sistema educativo público, multiplicando los centros concertados y restringiendo plazas y docentes en centros públicos…¡ viva el negocio, a costa de la educación de nuestros niños!

Todo esto lo han hecho y siguen haciendo mediante una labor sistemática y con discursos/ publicidad contrarios a la realidad… Como tantas veces los malos dirigentes ( Trump,Hitler, etc) engañan a la gente vendiendo lo contrario de lo que en realidad hacen y piensan… (Perdón por la comparación, cuya distancia es enorme, pero me encuentro cerca de Auschwitz y estoy afectado por la explicación dada…).

Y ahora les toca cargarse Doñana. Era una asignatura pendiente, que arranca del negacionismo de MpuntoRajoy, cuando se apoyaba en la rigurosa(!) opinión de un profesor familiar suyo de que no existe el cambio climático… Pero ya, “sin complejos”, al más puro estilo de Aznar… hasta que han visto la fuerte reacción de personas y entidades con sentido común y responsabilidad y han reculado hasta que pasen las elecciones. ¡Entonces es cuando nos vamos a enterar de verdad de hasta donde son capaces de llegar!. Ya tenemos un anticipo, con el pelotazo de macro urbanización en Trebujena, emulando al Pocero… sin agua pero ¡qué más da!…

Por eso les pregunto desde este atril, ¿Para cuándo la Autopista Huelva- Cádiz, aprovechando el secarral en que vais a convertir Doñana?. Esta deuda pendiente y callada pronto verá la luz, apoyándoos en 3 ejes:

-vuestra mayoría absoluta,

-la inutilidad de un Doñana destrozado y

-el populista discurso de que “son las dos únicas provincias colindantes cuyas capitales no tienen ninguna conexión directa “…

¡Que Dios nos coja confesados!. ¡Pobres andaluces y pobres españoles!. ¿Qué hemos hecho para merecer esto?

Esperemos que las sanciones que merezcan las paguen de su cartera particular, aunque seguro que “LAS ALCALDESAS DE MARBELLAS” les echarán una mano, compensando los beneficios prestados. Y así se cierra el “circulo virtuoso “ tan propio de la derecha.