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Otras guerras: El Sahel

El Centro africano de estudios estratégicos calcula  que desde 2016 en el Sahel los ataques islamistas han aumentado hasta un 3.500%.

 

 

Y Níger en el Sahel, tierras fronterizas con Mali y Burkina Faso. Las tropas estadounidenses llevan en esta zona desde 2002, cuando comenzaron a prestar asistencia contra el terrorismo y en la década de 2012 hasta hoy ha invertido más de quinientos millones de dólares en vehículos blindados y en aviones de vigilancia. Níger se ha convertido en primer  país receptor de ayuda en Africa occidental por parte del Departamento de Estado de los EEUU. Pese a ello, las gentes de las tierras fronterizas entre los tres a países que he mencionado siguen sufriendo los ataques de los militares del ejército regular nigerino y hace unos días ejecutaron a varios ancianos de los consejos locales y a líderes locales de las aldeas allí situadas, que se ven obligadas a huir.

La zona de hecho está, pese al ejército regular y a los asesores militares  norteamericanos,  bajo dominio de los numerosos grupos yijadistas que han matado a miles de personas en la región del Sahel  en los últimos años. Los imanes y los lideres de las comunidades habitacionalles son objetivos preferentes de sus ejecuciones.

Es cierto que la inseguridad en la región ha aumentado en el último decenio pese a la presencia norteamericana , cuyo comandante en jefe es el contralmirante Milton Sands III, al mando del Mando de Operaciones Especiales  para África (SOCAFRICA). Alfredo Gonzalez-Ruibal, arqueólogo que publica estos días Tierra arrasada, en Crítica,  dice “ Más que el cambio climático, son las crisis climáticas lo que está detrás de estallidos de violencia. El ser humano es capaz de adaptarse a los cambios del clima, …. El problema, sin embargo, se produce cuando este cambio es rápido, se vuelve imprevisible y las sociedades no se pueden adaptar a él: …. y pasa ahora en determinadas regiones del mundo, como el Sahel con el terrorismo islamista, una cuestión a la que las condiciones del clima no le son ajenas”.

Desde 2021 se encuentran allí mercenarios rusos del Grupo Wagner. Desde 2013 el número de soldados norteamericanos desplegados allí ha pasado de 100 a 1001. El SOCAFRICA. ha construido en Níger varios puestos militares y de CÍA, así como bases para lanzar drones armados. Junto a esas tropas se encuentran comandos canadienses, instructores de la UNION Africana y de estados miembros de la UE, militares de Bélgica, Dinamarca, Alemania, Italia y Francia. Pese a ello no han conseguido frenar el acelerado crecimiento de la violencia yijadista.

En un análisis  de finales del pasado año el Departamento de Defensa americano reconoce que con 2.737 episodios el Sahel occidental – es decir Burkina Faso, Mali y el oeste de Níger – ha experimentado una escalada de incidentes violentos protagonizados por islamistas que representa un aumento del 36%. Las víctimas mortales vinculadas a grupos islamistas militantes llegaron a 7.899. El Centro africano de estudios estratégicos calcula  que desde 2016 en el Sahel los ataques islamistas han aumentado hasta un 3.500%. ¿Qué papel verdadero cumple aquí la asistencia antiterrorista americana?. El propio Departamento de Estado informa de que “ existen numerosos testimonios  de ejecuciones arbitrarias e ilegales por parte de las autoridades nigerianas o sus agentes y las fuerzas armados han sido acusadas de ejecutar sumariamente a personas sospechosas de luchar contra grupos terroristas en las zonas de Diffa y Tillaberi”.  Aproximadamente un 17% de la población de Níger va a necesitar ayuda humanitaria este año. Para el mismo Departamento de Estado norteamericano el Sahel representa el 40% de toda la actividad violenta de los grupos islamistas militantes en Africa que son responsables de desplazamientos internos de2,6 millones de personas. Los pobladores de las aldeas consideran que los terroristas son ladrones y bandoleros, pero que los soldados del gobierno cuando llegan matan e hieren sin más. Los dirigentes americanos harían bien en releer el discurso pronunciado por el general de cuatro estrellas, Georg C. Marshall, el 5  de  junio de 1947 en Harvard, en concreto : “Nuestra política no está dirigida contra ningún país, sino contra el hambre, la pobreza, la desesuperación, el caos”.