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Ricos y pobres

¿O es que ahora no vamos a hablar de aquello que nos resulta molesto?

 

Estoy oyendo decir, con gran profusión, que a qué viene lo de seguir hablando de ricos y pobres, que eso es un discurso antiguo y caduco, que ya está bien, que “yo desde luego no voy a hablar de ricos y pobres”, como ha dicho recientemente un presidente autonómico que dice ser socialista. 

Pues yo me voy a atrever a hablar sobre Ricos y Pobres. Por una razón: porque existen los ricos y existen los pobres. Aunque no nos guste. Porque estamos luchando para que esa diferencia entre ricos y pobres sea cada vez más reducida, mejorando las condiciones de vida de quienes más lo necesitan, sin tener que llegar a un sistema totalmente igualitario. Porque nuestro principal compromiso como socialistas es precisamente el evitar que haya pobres (incluidos muchos trabajadores que, con sus sueldos, no llegan a fin de mes )que necesitan del apoyo social y eso necesariamente requiere reconocer que existe gente muy rica que tienen que colaborar, más que nadie, para reducir esas diferencias.

Por tanto, ¡naturalmente que hay ricos y pobres y hay que hablar de ello!. Igual que existe la delincuencia y, aunque sea molesto, hay que hablar de ella o igual que existen, desgraciadamente, casos de violencia de género y aunque resulte doloroso, hay que hablar de ellos…

¿O es que ahora no vamos a hablar de aquello que nos resulta molesto?. Si el problema fuera que es un tema del que se viene hablando desde hace mucho tiempo…, ¡más razón para que lo analicemos! y veamos por qué aún,a estas alturas, es necesario seguir hablando de ello. Porque está claro que no hemos sido capaces, ni las generaciones anteriores ni la actual, de reducir el problema a unos límites asumibles. Es triste, pero es tan oportuno como necesario seguir hablando de que hay ricos y de que hay pobres y no esconder la cabeza como la avestruz. ¡Ojalá algún día no sea necesario hablar de ricos y pobres!.