Santos de devocionario de la Era popcristiana española

Artículo para leer con esta música de fondo.

Anoche escuché a Pablo Iglesias decir que si Pedro Sánchez fuese inteligente convocaría elecciones en mayo, junto a municipales y autonómicas. Iglesias es ya un boxeador sonado. Y no me extraña, porque no hay criatura política que haya tenido que aguantar tantos golpes, muchos de ellos irregulares y fuera de todo reglamento. Mi solidaridad. Una injusticia terrible todo. Pero es un boxeador sonado que se enfrentó valientemente a otros boxeadores que no eran de su peso, gallo, y que creía que podía vencerlos desde dentro del ring, mientras los otros y los propios le tiraban hasta sillas a la cabeza desde fuera. En el otro espectro político y por otros métodos más del sistema, hubo otro ‘héroe’ también de peso gallo que se vio impelido a ser un antisistema desde el sistema y que acabó en juguete roto. A más de uno le va a doler en el alma la comparación, pero es lo que hay.

Hace poco le hicieron una entrevista a este del que hablo. Iglesias, al igual que el otro término de la comparación, odiosa y ociosa, quiere acelerar el proceso, la Historia, porque, al igual que el otro, el de la entrevista, piensa, como pensaba Mario en su día, en su pronta vuelta. El mundo no puede vivir sin su guía. Dudo que tenga más chance. Y creo que se equivoca mucho en general, pero con la guerra ruso-ucraniana más. Y no es porque los otros, los ucranianos, sean santos de devocionario, o la política exterior de EEUU me merezca confianza, es que los herederos del imperio zarista-soviético no merecen ninguna. Lo mismo digo de figuras revolucionarias latinoamericanas con efemérides por celebrar tipo Che, de los que conocemos suficientes sombras como para no tener que juzgarlos con parámetros actuales y baste con dejarlos donde están, en la caja con naftalina de la Historia, no en la veneración popcristiana: San Ernesto de la Higuera, A Cochabamba me voy y si quieres beber ron, pero sin Cocacola… La izquierda tiene que avanzar sin esa clase de iconos popcristianos ultranacionalistas. Y no, Pablo, al igual que Mario, no tendrás más oportunidades, salvo vicariamente, que igual sí.

Ahora a escribir libros y a contar batallitas. Y lo dice alguien que jamás ha sentido ni especial odio ni especial afecto por tu figura, pero siempre ha considerado que lo que te han hecho a ti y a la ministra que es tu esposa es muy bestia. Siento que tanto hijoputa a sueldo (estoy viendo a Rojo y a su exesposa, por ejemplo, a los alfaqueques de Atresmedia, etc.) se salgan con la suya, pero, Hasta nunca, Comandante. Ya te iremos leyendo, pero un retiro de un par de años no te vendría nada mal. No creo que el dinero sea ningún impedimento. Ahora necesitamos, todos, incluso Feijóo y Abascal, que la izquierda fluya.