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Sobre el error involuntario de citar como investigada a Mª Carmen Crespo

Cuesta creer que con tantos ojos sobre el sumario nadie se percatase que la Sra. Crespo era la misma que sale a diario en las portadas locales y el Canal Sur.

 

¿Ha sido un error involuntario citar como ‘investigada’ a la diputada y consejera de Agricultura y Pesca, Mª Carmen Crespo, en las derivadas de la trama Halsa/Términus? O por el contrario ¿estamos más ante  una causalidad que casualidad?

La respuesta oficial a esta pregunta desde el TSJA no ofrece aparentemente ninguna clave que nos permita responder con certezas. Dios proveerá, habrá pensado en este apuro don Lorenzo del Río, presidente del TSJA. Al día siguiente de conocerse la citación, en horas, el alto tribunal salía al paso con una breve nota aclaratoria, la primera en muchos años lanzada al margen de una instrucción judicial para proteger la imagen de un político en activo, bajo sospecha del Juzgado y mira que ha habido ocasiones en estas décadas.

«La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Almería dictó el día 29 de diciembre una providencia en la que dejaba sin efecto la citación como investigada de la consejera de Agricultura de la Junta, que fue citada por error, ya que un Juzgado no puede citar como investigado a un aforado. Ahora, la juez tendrá que seguir investigando, llamar al resto de investigados o las diligencias que considere oportunas. Si en ese proceso encuentra indicios suficientes de delito, tiene que elevar una exposición razonada a la Sala Civil y Penal del TSJA para que sea ésta la que lleve el asunto».

La nota es lo suficiente correcta (también ambigua ) para que su lectura no nos permita confirmar si la consejera Crespo sigue o no sigue estando bajo la lupa judicial de una instrucción. En el peor de los casos porque nos hallaríamos ante unos delitos sin autor y eso no tiene ninguna lógica procesal a estas alturas del macrosumario del Caso Halsa con tanta investigación policial acumulada. Los delitos, documentados por la Udef  siguen, negro sobre blanco, sobre el papel timbrado en los muchísimos tomos de la causa. (En el caso de Crespo subvención y empleo con fondos europeos, falseando el proyecto) Por cierto, dicen fuentes conocedoras del procedimiento que parece que hay varios tomos que están declarados ‘secretos’, al menos para las partes. Sorprende.

Así, los delitos imputados a la exalcaldesa de Adra, siguen estando ahí, otra cosa es que la magistrada Ana Belén Vico tenga claro que, pese a este ¿error?, debe ser el TSJA el que tome cartas en el asunto como es preceptivo por Ley e investigue a la aforada. Una ley, la de mantener los aforamientos de parlamentarios andaluces, que el «gobierno del cambio» de la mano de su sector naranjito se comprometió a liquidar y abolir nada más llegar a la Junta. El vicepresidente y consejero de Justicia Juan Marín ya no habla de estas cosas; es más, sostiene lo contrario e incluso es capaz de mentir en el Parlamento como cuando dijo que este sumario estaba archivado y que el entonces recién nombrado presidente del IFAPA,  el ya entonces imputado José Cara, no lo estaba. (Vean el video)

 

 

 

Crespo recurre a una defensa de manual y no dimite

Carmen Crespo, sobresaltada y alarmada por las novedades en Halsa que afectan de lleno a su carrera y aspiraciones políticas, ha recurrido a un discurso de los de manual para intentar justificar que ella nada tiene que ver con lo que se investiga en el Juzgado Nº 3 de Almería, aunque su cara, su tono y su semblante decían más que sus palabras la mañana de Santos Inocentes. Dijo que ella está «muy tranquila» y que siempre, en todos los cargos que ha ocupado, ha respetado siempre la legalidad vigente. En ningún momento se le ha ocurrido, dada su confesada tranquilidad de conciencia, dar el paso que otros dan y dimitir para tener las manos libre en su defensa y no frenar la instrucción. 

No, Crespo se ha agarrado como a un clavo ardiendo tanto al sillón de consejera y diputada como al aforamiento, lo mismo que hizo hace años su paisano el ‘susanista’ entonces SG del PSOE de Almería José Luis Sánchez Teruel. 

A Teruel le llamó la Guardia Civil ‘para charlar’ y aclarar algunos aspectos de su implicación como D.G. de Regadíos en el llamado Caso Marismas donde la Benemérita pidió al juez Juan Gutiérrez Casillas su imputación. Un procedimiento que sigue abierto y al que, como otros, la Olaf vigila atentamente desde Bruselas ante la volatilización de más de 43 millones de euros procedentes de fondos europeos para mejoras de regadíos en Sevilla. Sánchez Teruel, airado e incómodo, le contestó al teléfono al guardia civil que le llamó que si no sabía con quién estaba hablando, ‘Ud no me puede citar, yo estoy aforado’ respondió, según me contó sorprendido el propio agente que no pretendía un interrogatorio oficial. Tan aforado estaba Teruel que, disuelto el Parlamento, Susana Díaz le nombró miembro de la Diputación Permanente, manteniendo el mismo estatus de aforado que revalidó cuando volvió a salir elegido parlamentario por Almería. La G.C. se quedó con tres palmos de narices esperando que quedase desaforado tras la disolución de la Cámara. Y ahí sigue.

Cuesta creer  visto desde la distancia que la citación de Crespo haya sido un error, con tantos y tantos ojos puestos sobre la causa, ¿nadie cayó en la cuenta al ver el nombre y apellidos de la consejera que copa los medios a diario en Almería? ¿No ven Canal Sur? De la misma forma que también cuesta no imaginar que tras conocerse ‘el error’ de la citación a la titular de Agricultura, la presión de San Telmo sobre la Real Chancillería de Granada habrá aumentado muchos pascales. Tantos que ha sido el propio TSJA quien ha asumido, deprisa y corriendo en una tarde, anunciar una Providencia – que aún no estaba redactada y firmada por la Juez- y por supuesto no comunicada a las partes hasta la mañana siguiente vía LexNet.

Ni la policía judicial, ni las acusaciones populares, ni siquiera el Fiscal han mencionado en sus escritos el estatus de ‘aforada’ de la Sra. Crespo. Solo un pequeño detalle llama la atención. En todos los escritos el nombre de Mª del Carmen Crespo Díaz aparece redactado en minúsculas, excepto en el propio Auto de la magistrada Vico donde se la convoca a declarar como imputada y donde su nombre completo aparece íntegro con mayúsculas, distinto a los demás.  He aquí una captura del Auto.

 

 

Salvo mejor y más detallados argumentos, es también posible concluir que no estamos solo ante un error administrativo. Y puestos a buscar hipótesis que lo expliquen, la que más cuadra, es la que apunta a un posible giro real de la lucha judicial en Almería contra la corrupción política donde la sociedad (informada) debe jugar un papel importante y más activo que hasta ahora. No es justo que en estas dos décadas largas solo hayan resultado condenados robagallinas, segundones, testaferros y poco más, mientras grandes defraudadores, evasores y ladrones se pasean libremente por La Rambla o se ponen tibios de ‘gallopedro’ en el Club Naútico, negocios de por medio. En Almería hay quien sostiene que la principal defensa que tienen los corruptos es precisamente la actitud de algunos sentados muy confortables desde hace años en el aparato judicial, muchos de cuyos nombres son una constante en archivos y absoluciones sistemáticas. Es difícil hallar instancias tan garantistas en España como las empleadas en Almería.  A algunos, cuando se jubilan, hasta les dan una medalla o les nombran pregoneros de algo, que es buena semilla para los egos. Para otros siempre están abiertas las oficinas de colocación a medida para familiares y parientes. Muy eficaz porque aquí, como los Lannister en Juego de Tronos, siempre se pagan las deudas.

Así empezó el Caso Halsa, ahora llamado Operación Términus

 

Cambio en la Fiscalía Anticorrupción

En estos últimos años sorprendía mucho que el Fiscal Delegado de Anticorrupción en Almería, Jesús Gázquez no interviniese en esos procedimientos ‘politicos’ tan escandalosos y llamativos. La Operación Poniente, en 2008, fue su gran aportación contra la corrupción como fiscal Anticorrupción en Almería, muy unido entonces a la magistrada Montserrat Peña primera y principal instructora de la causa. Mucho sufrió personalmente Gázquez con la Poniente, cuya inminente sentencia por desgracia, no podrá conocer y que, intuyo, no gustará a casi nadie, excepto a la mayoría del medio centenar de procesados. Un día le pregunté a Jesús Gázquez por qué no intervenía Anticorrupción en otros casos de corrupción en Almería. Se echó a reír y con aquella sonrisa socarrona entendí lo que me quería decir.

La muerte prematura el pasado verano de Gázquez supone la llegada de un nuevo delegado de la Fiscalía especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada en la provincia. Llegaba al cargo un buen conocedor de la plaza por su trabajo de apoyo a Gázquez en los últimos tiempos, nombrado por la Fiscalía General del Estado con el visto bueno formal de Antonio Pérez Gallegos, el Fiscal Jefe de Almería que mostró “su plena conformidad con el informe de idoneidad y competencia del candidato propuesto para las funciones delegadas de la Fiscalía Especial”, señala la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado dando cuenta del nombramiento de Jesús Juan Cruz del Pino. 

Quienes han tenido contacto con el Sr Cruz del Pino en estos meses creen entender mucho mejor el impulso que se le ha empezado a dar a un caso – Halsa/Términus- que desde 2013  rueda por los juzgados como pollo sin cabeza. Recuérdese que, antes de la inocentada a Carmen Crespo, quedó imputado el histórico cinturón de seguridad jurídica de Gabriel Amat, empezando por su fiel y leal amigo de 26 años de estrecha colaboración Don Guillermo Lago, Secretario Municipal de Roquetas, también su exinterventor Luis Ortega y la concejal de Hacienda y Contratación Teresa Fernández, entre otros. Amat no está formalmente investigado en esta causa, ni ha prestado declaración, habiendo presidido casi todas las Mesas de Contratación que aprobaron polémicas obras para el entramado Halsa en su ciudad y que están bajo investigación judicial. La acusación AMAyT estudia estos días solicitar la imputación del veterano político, expresidente del PP y de la Diputación.

Gabriel Amat, que sigue siendo miembro de la dirección regional del PP a propuesta de Juanma Moreno, es ejemplo de gestión y referencia política para Moreno Bonilla y para el PP andaluz, según dejó escrito en su día el hoy presidente de la Junta en el ‘Libro de Honor’ de Roquetas, según queda recogido en este video municipal. Bonilla, en aquellas fechas parlamentario raso, aún aspiraba y soñaba.

 

 

¿Ha logrado detectar el Fiscal Cruz del Pino en su estudio del extenso sumario las trampas de oso que dicen que se han empleado en este caso por los poderosos investigados o sus terminales? ¿Quién ha ocultado información oficial o la ha entregado sesgada, según la Udef? Desde luego quienes conocen la trayectoria personal y profesional del actual responsable Anticorrupcion, como el profesor Enrique Guerra, ponen la mano en el fuego por el fiscal Cruz del Pino.

 

 

La última petición de auxilio de la juez a la Agencia Tributaria, con dos unidades de inspección dedicadas a esta causa, así como la solicitud de procedimientos que estaban archivados ‘provisionalmente’ relacionados con la trama de Roquetas hacen pensar que se empieza a alcanzar velocidad de crucero en una instrucción más rigurosa, recuperando incluso asuntos archivados pero relacionados con lo que ahora se investiga como el Teatro Auditorio de Roquetas, una de las obras faraónicas que Amat adjudicó a una Ute liderada por Hispano Almería con un coste final del 120% por encima de lo inicialmente presupuestado. La nueva situación parece que nada tiene que ver con lo sucedido en estos últimos siete años donde ha pasado casi de todo lo que pueda suceder en una sede judicial. Desde el intento de evitar desde un juzgado almeriense que la documentación original (prueba de cargo) llegase a manos de la Fiscalía del TSJA en Granada, a diluir el sumario en piezas separadas y enviarlas a los juzgados de El Ejido y Roquetas, troceo finalmente desautorizado por la Audiencia. En la entrega de la documentación original impuso su autoridad el entonces Fiscal Superior García Calderón que custodió en Granada tan valioso material probatorio que los de Halsa intentaron invalidar ante el juzgado denunciándolo como ‘robo’ que no pudieron demostrar.

 

La corrupción del PP en Almería abre telediarios

Pase lo que pase finalmente con la imputación de Sra Crespo Díaz, la aparición estelar de una consejera del «cambio andaluz», imputada en un sumario por corrupción de presunta financiación ilegal de su partido el PP, ha servido para que  el Caso Halsa abra los telediarios y portadas de los medios nacionales. 

¡A tomar viento la mordaza almeriense! Ahora, toda España, empieza a conocer que desde hace siete años se investiga (sí, a cámara lenta) uno de los casos más graves y documentados de corrupción política y posible financiación ilegal que afecta fundamentalmente al PP y a algún ayuntamiento socialista como el de Vícar, donde dos de sus concejalas al estallar el escándalo se pusieron de parte de la constructora Halsa, frente al extrabajador  Francisco Osuna que fue el que llevó las pruebas (recibos hallados en la basura) a Fiscalía del TSJA en Granada Allí fue donde y cuando empezó todo.

No se sabe muy bien si queriendo o no, pero la errónea citación de una aforada, ha supuesto que definitivamente ‘lo de Almería’ rompa su aislamiento mediático y hayan saltado por los aires los sistemas de protección periodísticos que, a buen precio, mantienen desde el poder hace décadas para proteger los manejos soterrados de quienes llevan como estandarte eso de «La ropa sucia se lava en casa y calladitos». Y no solo los medios locales pueden ser acusados de mirar para otro lado, también medios nacionales vienen haciendo caja hace tiempo en Almería. Alguno han llegado a la indignidad de, a petición del PP, despedir a periodistas incómodos para una banda de truhanes, supuestamente organizada y criminal según se lee en los papeles del juzgado.

 

Lo de Crespo no es lo peor del Caso Halsa

Permítanme reiterarme en una idea que ya expresé en mi primer artículo sobre este suceso políticojudicial que tanta expectación ha acabado levantando en todo el país. Hasta donde quien suscribe ha logrado conocer desde hace ocho años que asistí a su explosión judicial y periodística, Carmen Crespo no merece ser incluida en la nómina de recaudadores del PP en el contexto Halsa. Ella no es como una ‘matarí’ más. En esta ocasión, pasaba por allí y en muy mal momento político se le ha caído encima el maldito Museo de la Agricultura, subvencionado con dinero europeo que el consejero socialista Luciano Alonso convenió con diputaciones y ayuntamientos, entre ellos los del Poniente almeriense que presidía Crespo.

Crespo podrá tener en su armario mucho cadáver momificado (un delegado/a del Gobierno siempre los colecciona) pero en esta ocasión su papel más interesante lo acaba de interpretar esquivando la imputación en plena precampaña electoral, aunque plenamente consciente de que ha encendido todos los focos sobre lo que pasa en el PP de Almería, cosas que ella conoce muy bien desde hace años y mejor que otros en el partido. Las cámaras y los micrófonos empiezan a apuntar no solo sobre macabros y terribles sucesos que provocan enormes despliegues en directo, sino sobre el permanente gatopardismo que adormece y permite el robo a una sociedad condenada a la eterna incomunicación por tierra, mar, aire y medios.

Vamos a conocer en breve y con más detalles cómo ha gestionado los bienes públicos la derecha en Almería en los últimos años, con la complicidad del socialismo en la Junta de Andalucia y en la calle Pablo Iglesias, sede provincial de Almería. Lo van a tener que contar los testigos e investigados ante la Juez en las próximas semanas, porque lo realmente interesante es que se pueda demostrar un modus operandi que, desgraciadamente, no solo se da en Almería. Tengo dudas de que el PSOE de Juan Espadas sea capaz de cambiar la partitura del partido en este concierto de Halsa/PP en Almería, donde su pasividad ha sido más que evidente. Para muchos socialistas de Almería «ha sido escandalosa», aunque ellos en el partido siempre supieron por qué.