Rubalcaba pretendía que ETA dejará de matar sin concesiones, mientras algún socialista vasco que negociaba con los asesinos estaba más dispuesto a ceder.

Averigua qué beneficios personales ( sueldo, escalamiento público) ha obtenido por el desempeño de su cargo, y que hemos obtenido los ciudadanos por ello.

«Mire, ciudadano ilustrado, si alguna promesa no cumplimos, pues oiga, no se me encabrite, tome Prozac, espere cuatro años y no vote al incumplidor»

Algunos de los secundarios que, a pesar de figurar en puestos que les aseguran la elección, hacen todo lo posible estos días por no chupar demasiada cámara.

No habrá Gobierno hasta conocer los triples resultados. Pocos movimientos, escasas decisiones y palabras las justas, no vaya a ser que se meta la pata.

Otra insólita ocurrencia del líder Pedro Sánchez. Un aperitivo para abrir boca y un síntoma avanzado de los despropósitos que previsiblemente van a venir.

Hay que reconocerle a Pedro Sánchez una capacidad de supervivencia que para sí la querría Isabel Pantoja y sus compañeros del “reality” de la isla hondureña.

Lo que la crisis se llevó. La gestión de la economía en el periodo 2008-20014 determinó un primer terremoto en el mapa político español.

Hay españolitos de izquierda y de derecha — o de opciones nacionalistas —. Pero, sobre todo, hay territorios de izquierda y territorios de derecha.

Reconocemos como ciudadanos españoles que los políticos catalanes presos, se encuentran, por mor de los jueces, en una situación de excepcionalidad.

La propuesta de los mensajeros de la sacerdotisa consistía en darle a la instructora una excusa para apartarme sin que se le viese mucho el plumero.

Con el PSOE como ganador indiscutible, la lucha por el liderazgo de ‘la’ oposición, se anuncia encarnizada.

¿Qué puñetas hace la izquierda que no espabila en lugares como Almería. ¿les parece un mal menor, estamos demasiado lejos?

Quien lo iba a decir que el triunfo del Partido Socialista en las últimas elecciones generales es debido a todo aquello que Susana Díaz quería destruir.

Salvando las distancias, la figura de Julio César (cuya belleza física, como la del líder del PSOE, era mítica) tiene bastantes similitudes con Sánchez.